TOC EN LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA

TOC INFANTIL

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se caracteriza por la presencia de pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes (obsesiones) y pueden llevar a comportamientos repetitivos (compulsión) para prevenir o disminuir la ansiedad o malestar que genera la obsesión.

En el TOC, estos síntomas pueden darse de forma conjunta o separados. Estos síntomas interfieren en las actividades del día a día, ya que en la mayoría de las ocasiones requieren mucho tiempo, afectando al trabajo, escuela, relaciones personales…

Los síntomas del TOC tienden a aparecer en la niñez, en torno a los 10 años, o alrededor de los 20 años. Es importante señalar que en los varones suelen tener un comienzo más temprano, por ello, durante las etapas del desarrollo, el TOC es más frecuente en niños. Es llegando a la adolescencia cuando la prevalencia se iguala entre chicos y chicas. En la edad adulta, las mujeres se ven ligeramente más afectadas por este trastorno.

En cuanto a las manifestaciones de la sintomatología del TOC en la niñez, son similares al adulto, aunque si existen diferencias en función de la edad del inicio. El TOC con un inicio temprano se caracteriza por mayor sintomatología, mayor gravedad, más compulsiones sin obsesiones y mayor comorbilidad con otros trastornos. Además, el TOC en la infancia tiene unas características específicas. Presentan más compulsiones que obsesiones, perciben las compulsiones como contrarias a sus necesidades, tienen dificultad para describir los síntomas y esto hace que el tiempo entre la aparición de los primeros síntomas y el diagnóstico sea muy superior al de adultos.

Es importante tener en cuenta que los niños aprenden repitiendo, lo que no significa que padezcan este trastorno. A lo largo del desarrollo, los niños establecen rutinas, juegos para no pisar rayas, coleccionan cromos o llevan a cabo un ritual para una actividad determinada, pero todos ellos son agradables, contribuyen al aprendizaje y no interfieren en su vida. Es en el momento en el que estos rituales comienzan a generar malestar, no son agradables, cuando hay que prestar atención y acudir a un profesional.

En cuanto al tratamiento que puede aplicarse en niños y adolescentes con TOC, es importante tener en cuentas las características individuales de cada sujeto. En el caso de esta población adulta, la terapia combinada de Terapia Cognitivo Conductual (TCC) y tratamiento farmacológico, es la opción más eficaz en la reducción de síntomas obsesivos-compulsivos, pero en la infancia y la adolescencia sólo se recomienda la medicación si los síntomas son muy graves. Si tenemos en cuenta estas dos opciones de tratamiento (TCC y tratamiento farmacológico) de manera aislada, la TCC ha mostrado ser más eficaz que el tratamiento farmacológico, ya que la tasa de recaída en 9 meses es menor.

Dentro de la intervención de TCC, destacar los dos componentes principales. La exposición con prevención de respuesta (EPR) y terapia cognitiva. Con la exposición repetida al estímulo que genera ansiedad, la intensidad va disminuyendo progresivamente. Además, la terapia cognitiva tiene como objetivo modificar aquellos pensamientos disfuncionales que pueden estar provocando malestar. En el caso del TOC infanto-juvenil, es importante tener en cuenta el papel de la familia, e incluirlos en la terapia, ya que van a ser los coterapeutas que van a ayudar a supervisar el proceso.

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Contacto

Alba Ruiz
Psicóloga Sanitaria

Nieves López-Brea Serrat, experta en Neuropsicología y Neuroeducación

 

 

 

 

 

 

 

REFERENCIAS:

American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (DSM-5®), American Psychiatric Association Publishing.

Arroyo López, N., Bobabilla González, I., Bravo Sánchez, M., García Delgar, B., Jiménez Cabré, G., y Úbeda Gómez, J. (s.f.). Guía de Tratamiento del Trastorno Obsesivo-Compulsivo en niños y adolescentes.

Organización Mundial de la Salud (2004). Clasificación Internacional de Enfermedades, 10ª Revisión, Segunda Edición (CIE-10), OMS Ginebra.

Ulloa Flores, R.E., Palacios Cruz, L., y Sauer Vera, T.R. (2011). Trastorno obsesivo-compulsivo en niños y adolescentes: una revisión del tratamiento. Salud Mental, 34(5)

Insomnio infanto-juvenil y conductas disruptivas

INFLUENCIA DEL INSOMNIO INFANTIL Y ADOLESCENTE EN EL AUMENTO DE LAS CONDUCTAS DISRUPTIVAS:

¿Cómo influye el insomnio a nuestras vidas?

Es una realidad que el insomnio, también conocido como trastorno del sueño, es el más frecuente en la comunidad y también es una de las causas por la que la población suele visitar las Unidades de Sueño.

Normalmente, el insomnio es más perjudicial en el sexo femenino, pero cada vez se dan más casos en los que también afecta a hombres y niños y niñas en la edad infantil y sobre todo en la adolescencia.

Según la clasificación internacional de los trastornos de sueño (ICTS-3), publicada en 2014, el insomnio se define como una dificultad persistente en el inicio del sueño, su duración, consolidación o calidad que ocurre a pesar de la existencia de adecuadas circunstancias y oportunidad para el mismo y que se acompaña de un nivel significativo de malestar o deterioro de las áreas social, laboral, educativa, académica, conductual o en otras áreas importantes del funcionamiento humano.

La clasificación de enfermedades de la OMS, en su décima revisión (CIE-10), requiere para el diagnóstico de insomnio que la dificultad para iniciar o mantener el sueño, o no tener un sueño reparador, dure al menos un mes y que, además, se acompañe de fatiga diurna, sensación de malestar personal significativo y deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad personal

Insomnio infantil: la Academia Americana de Medicina del Sueño en su segunda edición (ICSD-2) lo define como: «Dificultad mantenida, a pesar de la oportunidad de dormir y en función de la edad, para iniciar o mantener el sueño o su calidad que provoca alteraciones funcionales en el niño y/o familia»

El principal síntoma del insomnio en adolescentes es que el sueño no es reparador, aunque se duerma un número de horas adecuado, provocando somnolencia y cansancio diurno debido, entre otras causas, al retraso a la hora de acostarse y a la falta de conciliación de un sueño profundo.

Es una realidad que, cuando no dormimos lo suficiente, podemos sentirnos cansado o incluso que nuestro rendimiento no es el adecuado, haciendo hincapié en la capacidad de pensar con franqueza, en la forma de reaccionar con rapidez y en la forma de construir recuerdos.

Los adultos (si eres mujer incluso un poco más), necesitamos una media de siete horas de sueño reparador en un horario análogo, es decir, para obtener un sueño reparador y de calidad, deberíamos dormir siempre a la misma hora para así habituar al cuerpo y hacer una rutina de descanso.

En el caso de los adolescentes, es recomendable que el tiempo de sueño oscile entre nueve y diez horas y en niños de 6 a 13 años, se sugiere que duerman una media de diez a once horas.

A lo largo de este post hemos podido hablar del número de horas adecuado que debe dormir una persona dependiendo de su edad pero, ¿Cómo afecta el no dormir adecuadamente o que se necesiten más horas para descansar?

En casos graves puede existir la disminución del apetito, problemas de crecimiento e incluso trastornos de conducta como pueden ser la irritabilidad, hiperactividad e incluso la agresividad. Si nos centramos en la escuela, también puede derivar en ella con trastornos en el rendimiento escolar ya que los alumnos están más adormecidos e irritables por haber pasado una “mala noche” o no haber dormido lo suficiente, por el simple hecho de haberse quedado viendo la televisión o incluso jugando a algún videojuego. Esto suele suceder porque normalmente los niños y niñas no tienen un horario establecido para irse a dormir por las noches, por lo que, esto desencadena a que los discentes cuando llegan a la escuela se encuentren con mucho sueño, sobre todo las primeras horas de clase, lo que les conlleva a la falta de concentración.

Un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universiada de Ramón Llull, han demostrado que los niños y niñas de entre seis y siete años que no duermen las horas necesarias y tienen hábitos de sueño incorrectos, obtienen peores resultados académicos.

Un sueño adecuado desempeña un papel crítico en el desarrollo precoz del cerebro, en el aprendizaje y en la consolidación de la memoria, y, por otro lado, los trastornos del sueño se relacionan en forma directa con problemas conductuales y pobre regulación emocional (Journal Psyc Res 54 (2003) 587-597).

Es un hecho que durante todo el día nos exigimos mucho en cuanto al trabajo, familia, recados… Sin pensar en que también deberíamos dedicarle tiempo ha estar relajados, ya que lo que primero suprimimos es el sueño. Sin embargo, no le damos la importancia que tiene el descansar ya que la falta de sueño afecta a la salud física como a la mental.

Debemos encontrar tiempo para relajarnos para sentirnos completos a nivel mental, social, familiar y físico.

Por Paula Díaz Cerdán, Maestra de Educación Infantil, Máster de Principales Problemas de Conducta en Centros Educativos.

REFERENCIAS:

American Academy of Sleep Medicine. International classification of sleep disorders. 3.ª ed. Darien (IL): American Academy of Sleep Medicine 2014

Inicio – SES Sociedad Española de Sueño (no date). Available at: https://ses.org.es/wp-content/uploads/2016/12/guia-de-insomnio-2016.pdf (Accessed: March 3, 2023).

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Falta de sueño y problemas de Conducta (2012) Consumer. Available at: https://www.consumer.es/salud/falta-de-sueno-y-problemas-de-conducta.html (Accessed: March 17, 2023).

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Pin Arboledas, G. et al. (2017) Insomnio en niños Y Adolescentes. Documento de Consenso, Anales de Pediatría. Elsevier. Available at: https://analesdepediatria.org/es-insomnio-ninos-adolescentes-documento-consenso-articulo-S1695403316302090 (Accessed: March 3, 2023).

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Manises, S. (2022) Insomnio en adolescentes, ¿Por qué pueden aparecer los trastornos del sueño y cómo evitarlos?, Hospital Manises. Hospital Manises. Available at: https://www.hospitalmanises.es/blog/insomnio-adolescentes/ (Accessed: March 3, 2023).

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Trastornos del sueño y su influencia en la conducta (2006) Medwave. Available at: https://www.medwave.cl/puestadia/cursos/3361.html#:~:text=Un%20sue%C3%B1o%20adecuado%20desempe%C3%B1a%20un,2003)%20587%2D597). (Accessed: March 17, 2023).

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Ramón Cladellas, Andrés Chamarro, María del Mar Badia, Ursula Oberst y Xavier Carbonell. “Efectos de las horas y los hábitos de sueño en el rendimiento académico de niños de 6 y 7 años: un estudio preliminar”, Cultura y Educación 23(1):119-128, 2011.

Depresión Perinatal y Depresión Postparto

DEPRESIÓN PERINATAL

 

¿Que ocurre en nuestro cerebro durante la depresión perinatal?

Según a The American Congress of Obstetricians and Gynecologists (ACOG), entre 14-23% de mujeres lidiarán con algunos de los síntomas típicos de la depresión. Quedando descartado desde el inicio que estas mujeres puedan tener parte de culpa con la aparición de la depresión perinatal, pues no se trata de algo que hayan hecho o dejado de hacer y no hay una causa única para su aparición; más bien, las investigaciones sugieren que es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales, centrándose en discernir de cuales se tratan y cómo la combinación de estos afecta durante el periodo perinatal.

Entre estos factores ambientales, el propio estrés de la vida y los factores que favorecerían la aparición de la depresión (por ejemplo, las complicaciones durante el embarazo, haber sufrido experiencias traumáticas anteriores o los conflictos graves de pareja, señalado este como el más ligado a su aparición en un estudio de Urquia M.L, Pulver A., Heaman M.I. y otros), las exigencias físicas y emocionales de tener hijos y de cuidar a un nuevo bebé, y los cambios hormonales que tienen lugar alrededor del embarazo pueden contribuir a la depresión perinatal. Indicando un mayor riesgo si existen antecedentes familiares de depresión, trastorno bipolar o depresión perinatal anterior.

¿Cómo afecta el embarazo al cerebro?

            El embarazo es comúnmente conocido por afectar al sistema endocrino y las hormonas, pero también altera fisiológicamente el cerebro de la futura madre. La materia gris baja su volumen en numerosas estructuras cerebrales que reducen su actividad y no regresan a su tamaño previo hasta meses más tarde. Una de las regiones más estudiadas es el hipocampo, estructura muy ligada al aprendizaje y la memoria y que personas con depresión de cualquier tipo suele encontrarse con menor tamaño respecto a otras adultas sanas. Su funcionalidad general se ve reducida, relacionándose con problemas del estado de ánimo, y con su plasticidad, no pudiendo adaptarse correctamente a las nuevas exigencias que las células nerviosas plantean. Esto podría deberse a la neurotrofina BDNF (Factor neurotrófico derivado del cerebro) encargada del buen funcionamiento y la migración neuronal, se ve reducida por el alto nivel de corticosterona derivada del estrés del embarazo, provocando la atrofia del hipocampo.

            La amígdala, comúnmente encargada de las emociones intensas, durante la depresión común se encuentra hipersensibilizada a los estímulos de valor emocional y especialmente receptiva hacia los de valencia negativa; pero se encuentra hipoactiva durante la depresión perinatal y con un menor volumen de materia gris. Estas dos áreas junto al tálamo dorsomedialestán muy ligadas a la depresión, y todas ven su actividad y volúmenes alterados durante el embarazo alterando los patrones típicos de actividad cerebral.

MONOAMINAS Y POSTPARTO

Habiéndose constatado que las anormalidades durante la depresión en el funcionamiento del eje hipotalámico – pituitario – adrenal producen cierta desactivación y falta de feedback, existe una teoría de gran aceptación que profundiza sobre el efecto en la depresión de las monoaminas, específicamente sobre la deficiencia  o bloqueo de neurotransmisores como norepinefrina y serotonina, principalmente, pero también de dopamina y melatonina.

La acción de estas influiría en la aceleración o freno en la liberación posterior de estas mismas y la dopamina en otras regiones cerebrales como el tálamo, la amígdala o inhibiendo el funcionamiento de circuitos de recompensa como el núcleo accumbens, provocando así la sintomatología característica de la depresión y afectando a zonas como la corteza prefrontal.

Recientes estudios han relacionado los cambios de humor post natal con una alta presencia de la enzima MAO-A(Monoamino oxidasa A). Normalmente, esta enzima es la encargada de metabolizar monoaminas estrechamente relacionadas con la depresión, como son la serotonina y norepinefrina entre otras, evitando un exceso. Un estudio de 2006 encontró alta concentración de esta enzima en estructuras cerebrales como la corteza prefrontal, cingulada anterior y posterior, caudado, putamen, tálamo, corteza temporal anterior, mesencéfalo, hipocampo y parahipocampo.

Para su DETECCIÓN se emplea la Escala de Depresion Perinatal de Edimburgo, inicialmente dedicada a evaluar exclusivamente la depresión postparto pero en la actualidad se utiliza también durante el embarazo ofreciendo mejores resultados que pruebas típicas como el Inventario sobre la Depresión de Beck (BDI) incluye preguntas sobre síntomas físicos que podrían estar incluidos entre los síntomas comunes del embarazo, generando confusión. Su TRATAMIENTO a menudo incluye psicoterapia como método principal de tratamiento, medicamentos o una combinación de ambos.

¿Estás embarazada? ¿Acabas de tener un bebé? ¿Cómo te encuentras?

BIBLIOGRAFIA

– Meyer JH, Ginovart N, Boovariwala A, et al. Niveles elevados de monoamina oxidasa A en el cerebro : una explicación para el desequilibrio de monoamina de la depresión mayor . Psiquiatría Arch Gen. 2006;63(11):1209–1216. doi:10.1001/archpsyc.63.11.1209.

– Pandya M, Altinay M, Malone DA Jr, Anand A. Where in the brain is depression? Curr Psychiatry Rep. 2012 Dec;14(6):634-42. doi: 10.1007/s11920-012-0322-7. PMID: 23055003; PMCID: PMC3619732.

– https://psicologiaymente.com/neurociencias/factor-neurotrofico-derivado-cerebro-bdnf

– Urquia ML, Pulver A, Heaman MI, Ray JG, Daoud N, O’Campo P.  Partner Disengagement from Pregnancy and Adverse Maternal and Infant Outcomes.  J Womens Health (Larchmt). 2016 Nov 18

– https://www.agenciasinc.es/Noticias/La-depresion-posparto-no-es-como-las-demas basado en el artículo:

– Jodi L.Pawluski, JosephS.Lonstein y Alison S.Fleming. “The Neurobiology of Postpartum Anxiety and Depression”. Trends in neurosciences, 24 enero 2017

Diego Fernández Perrin
Psicólogo

Nieves López-Brea Serrat
Psicóloga Sanitaria y Neuropsicóloga

¿Necesitas logopedia? Sí, y a cualquier edad.

¿Qué es la logopedia?

La logopedia (del gr. logos, palabra y pedia, educación) es la profesión sanitaria especializada en alteraciones del lenguaje, habla, voz y deglución según la Asociación Española de Logopedia, Foniatría y Audiología.

Popularmente se conoce la logopedia como la profesión que se dedica a mejorar la pronunciación en el ámbito infantil. Pero ¿es realmente ese su campo? Definitivamente sí, ese y muchos más.

Comencemos a sumergirnos en el maravilloso mundo de la Logopedia.

Desde la gestación del bebé se puede saber si llega al mundo con algún trastorno del neurodesarrollo (parálisis cerebral, Síndrome de Down) o malformaciones congénitas, y es cuando la labor del logopeda comienza con la prevención y asesoramiento a la familia.

 

 

 

 

En la etapa neonatal e infanto-juvenil se da el desarrollo cerebral y el crecimiento que puede venir acompañado de alteraciones y trastornos del lenguaje, habla, voz y deglución. La logopedia se encarga de prevenir, evaluar, intervenir y realizar seguimiento de los siguientes:

  • Trastornos de los Sonidos del Habla (TSH)
  • Trastorno Generalizado del Lenguaje (TDL, antes: TEL)
  • Apraxia del Habla Infantil (AHI)
  • Trastornos de la Lectoescritura (dislexia, discalculia, disortografía)
  • Disartria
  • Disfagia
  • Trastornos de la fluencia
  • Disfunciones orofaciales (deglución atípica, hipo/hipertonía orofacial)
  • Disfonías
  • Mutismo selectivo
  • Disglosias (labio leporino, frenillo labial y lingual, paladar hendido)

Y de las alteraciones del lenguaje, habla, deglución y voz presentes en los siguientes trastornos del neurodesarrollo:

  • Trastornos por déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
  • Trastorno del Espectro Autista (TEA)
  • Parálisis cerebral
  • Síndrome de Down (entre otros síndromes)
  • Discapacidad Intelectual

 

 

 

 

 

Si nos enfocamos en la edad adulta, la logopedia aborda las alteraciones originadas por ictus, enfermedad neurodegenerativa, cirugías del sistema nervioso central, tratamientos de cáncer de cabeza y cuello que pueden derivar en:

  • Afasia
  • Disfagia
  • Disartria
  • Parálisis facial
  • Apraxia
  • Trastornos de la producción y la comprensión del lenguaje
  • Trastornos de la lectoescritura
  • Pérdida progresiva del lenguaje oral y escrito
  • Alteraciones del sistema estomatognático

¿Logopedia en la edad avanzada sin patología? ¡También!

La logopedia en el envejecimiento se dirige a la intervención de alteraciones del lenguaje, de la deglución (presbifagia) y de la voz (presbifonía) originadas por los cambios anatomofuncionales de la edad.