Microbiota y Trastornos del Sueño
Microbiota y Trastornos del Sueño: Un vínculo más profundo de lo que pensamos.
¿Sabías que la calidad de tu sueño podría estar relacionada con las bacterias que habitan en tu intestino? Aunque a menudo pensamos que los trastornos del sueño, como el insomnio, son solo problemas del cerebro, investigaciones recientes muestran que la microbiota intestinal —el conjunto de microorganismos que viven en nuestro intestino— juega un papel fundamental en nuestro descanso. Esta relación funciona en ambos sentidos, lo que significa que la salud intestinal y el sueño están profundamente interconectados. A continuación, exploraremos cómo estos dos factores se influyen mutuamente y qué podemos hacer para mejorar ambos.
La Microbiota Intestinal: Un “Cerebro” menos conocido
Nuestro intestino alberga billones de bacterias que no solo ayudan a digerir los alimentos, sino que también cumplen funciones cruciales para nuestra salud general. Entre estas funciones destaca la regulación del sistema inmune, el metabolismo y, lo más fascinante, su conexión con el cerebro a través del eje intestino-cerebro. Este sistema permite que las señales químicas, hormonales e inmunológicas viajen entre el intestino y el cerebro, influyendo en aspectos como el estado de ánimo, el comportamiento y, por supuesto, el sueño (Carabotti et al., 2015).
Cuando la microbiota intestinal se ve alterada —un fenómeno conocido como disbiosis— se pueden desencadenar una serie de cambios que afectan tanto a la salud física como mental, incluyendo trastornos del sueño. Un ejemplo claro es la producción de neurotransmisores como la serotonina, que, además de estar relacionada con el estado de ánimo, también es la precursora de la síntesis de melatonina, la hormona que regula nuestro ciclo de sueño-vigilia (Reynolds et al., 2017).
¿Cómo impacta el sueño en la Microbiota?
El sueño y la microbiota intestinal no solo se influencian, sino como decíamos, es una relación bidireccional. Esto significa que, cuando no dormimos bien, nuestra microbiota también sufre. La privación crónica del sueño puede alterar el equilibrio bacteriano y desencadenar una serie de efectos negativos, tales como:
- Menor diversidad microbiana: Un factor clave para una microbiota saludable. La falta de sueño puede reducir la variedad de bacterias, lo que afecta negativamente al sistema inmunológico y al metabolismo (Benedict et al., 2012).
- Aumento de la permeabilidad intestinal (“intestino permeable”): La falta de descanso puede dañar la barrera intestinal, permitiendo que sustancias dañinas entren al torrente sanguíneo, lo que genera inflamación (Anderson et al., 2017).
- Alteración en la producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC): Estos compuestos, como el butirato, son cruciales para la salud cerebral y tienen propiedades antiinflamatorias. El butirato se produce a partir de la fermentación de la fibra por parte de las bacterias intestinales y, cuando no se produce en cantidades adecuadas debido a una microbiota desequilibrada o la falta de sueño, se puede afectar tanto el estado de ánimo como la función cerebral (Zhu et al., 2020).
¿Y qué hay de la Microbiota en los Trastornos del Sueño?
Por otro lado, los trastornos del sueño también pueden empeorar el estado de la microbiota. La disbiosis intestinal puede generar problemas adicionales para dormir, como:
- Producción insuficiente de neurotransmisores: La alteración de la microbiota puede dificultar la producción de neurotransmisores esenciales como el GABA y la serotonina, que son fundamentales para inducir el sueño y la relajación (Clarke et al., 2014).
- Aumento de la inflamación: La inflamación de bajo grado, provocada por una microbiota desequilibrada, afecta el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HPA), que regula nuestra respuesta al estrés. Esto hace que el cuerpo esté en un estado de alerta constante, dificultando la conciliación del sueño (Mäkelä et al., 2021).
Estrategias para Mejorar el Sueño y la Salud Intestinal
La buena noticia es que existen estrategias que podemos incorporar a nuestra vida diaria para mejorar tanto la calidad del sueño como la salud de la microbiota intestinal. Algunas recomendaciones basadas en la ciencia incluyen:
- Incluir prebióticos y probióticos en la dieta: Los prebióticos, que se encuentran en alimentos como el ajo, las cebollas, el plátano o los espárragos, alimentan las bacterias buenas del intestino. Los probióticos como el yogur, el kéfir o el chucrut, repueblan el intestino con bacterias beneficiosas. Ambos son cruciales para equilibrar la microbiota y mejorar el sueño.
- Consumir alimentos ricos en triptófano: Este aminoácido es fundamental para producir serotonina y melatonina. Alimentos como carnes magras, huevos, frutos secos y plátanos son excelentes fuentes de triptófano.
- Favorecer la producción de butirato: El butirato es un ácido graso de cadena corta producido por las bacterias intestinales a partir de la fibra. Tiene efectos antiinflamatorios, favorece la salud cerebral y regula el estado de ánimo. Para promover su producción, es esencial consumir alimentos ricos en fibra, como legumbres, frutas (especialmente manzanas y peras), verduras (como la alcachofa o el brócoli) y cereales integrales. Estos alimentos no solo mejoran la salud intestinal, sino que también favorecen un sueño más reparador al reducir la inflamación y promover un ambiente adecuado para el descanso.
- Evitar cenas pesadas y ultraprocesados: Comer tarde o consumir alimentos difíciles de digerir puede alterar el equilibrio intestinal y empeorar el sueño. Opta por cenas ligeras y fáciles de digerir para un mejor descanso nocturno.
- Gestionar el estrés: Técnicas como la meditación, el yoga o la respiración profunda no solo son útiles para reducir el estrés, sino que también pueden favorecer una microbiota equilibrada y promover un sueño más reparador.
- Establecer una rutina de sueño consistente: Mantener horarios regulares para dormir y despertar ayuda a sincronizar el ritmo circadiano, lo que beneficia tanto al cerebro como al intestino, favoreciendo un ciclo de sueño saludable.
En Psycolab, consideramos que este campo de investigación es esencial para comprender mejor la conexión entre el sueño y la microbiota intestinal. Esto permitirá desarrollar estrategias preventivas que mejoren la calidad de ambos y ayuden a prevenir diversas enfermedades.
Cuidar de nuestra microbiota y mantener hábitos de sueño saludables son pasos clave para promover una buena salud integral. Sin embargo, es importante recordar que cada persona es única. Si los problemas de sueño persisten o no tienes claro cómo mejorar tu alimentación, te recomendamos acudir a un especialista que pueda ofrecerte un enfoque personalizado y adaptado a tus necesidades.
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Referencias
- Anderson, J. R., et al. (2017). The impact of sleep deprivation on barriers to optimal health: Gut permeability and inflammation. Experimental Biology and Medicine, 242(12), 1376-1384. https://doi.org/10.1177/1535370217703977
- Benedict, C., et al. (2012). Gut microbiota and sleep–wake regulation. Current Opinion in Clinical Nutrition & Metabolic Care, 15(6), 571-577. https://doi.org/10.1097/MCO.0b013e328358d30a
- Carabotti, M., et al. (2015). The gut-brain axis: Interactions between enteric microbiota, central and enteric nervous systems. Annals of Gastroenterology, 28(2), 203-209.
- Clarke, G., et al. (2014). Minireview: Gut microbiota: The neglected endocrine organ. Molecular Endocrinology, 28(8), 1221-1238. https://doi.org/10.1210/me.2014-1108
- Mäkelä, S., et al. (2021). The role of gut microbiota in the relationship between chronic stress and sleep. Frontiers in Psychiatry, 12, 674519. https://doi.org/10.3389/fpsyt.2021.674519
- Reynolds, A. C., et al. (2017). Impact of five nights of insufficient sleep on glucose metabolism, leptin and gut microbiota. Journal of Sleep Research, 26(6), 725-734. https://doi.org/10.1111/jsr.12531
- Zhu, L., et al. (2020). Gut microbiota and sleep: Advances and challenges. Current Opinion in Clinical Nutrition & Metabolic Care, 23(2), 90-95. https://doi.org/10.1097/MCO.0000000000000624
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