Depresión Perinatal y Depresión Postparto
DEPRESIÓN PERINATAL
¿Que ocurre en nuestro cerebro durante la depresión perinatal?
Según a The American Congress of Obstetricians and Gynecologists (ACOG), entre 14-23% de mujeres lidiarán con algunos de los síntomas típicos de la depresión. Quedando descartado desde el inicio que estas mujeres puedan tener parte de culpa con la aparición de la depresión perinatal, pues no se trata de algo que hayan hecho o dejado de hacer y no hay una causa única para su aparición; más bien, las investigaciones sugieren que es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales, centrándose en discernir de cuales se tratan y cómo la combinación de estos afecta durante el periodo perinatal.
Entre estos factores ambientales, el propio estrés de la vida y los factores que favorecerían la aparición de la depresión (por ejemplo, las complicaciones durante el embarazo, haber sufrido experiencias traumáticas anteriores o los conflictos graves de pareja, señalado este como el más ligado a su aparición en un estudio de Urquia M.L, Pulver A., Heaman M.I. y otros), las exigencias físicas y emocionales de tener hijos y de cuidar a un nuevo bebé, y los cambios hormonales que tienen lugar alrededor del embarazo pueden contribuir a la depresión perinatal. Indicando un mayor riesgo si existen antecedentes familiares de depresión, trastorno bipolar o depresión perinatal anterior.
¿Cómo afecta el embarazo al cerebro?
El embarazo es comúnmente conocido por afectar al sistema endocrino y las hormonas, pero también altera fisiológicamente el cerebro de la futura madre. La materia gris baja su volumen en numerosas estructuras cerebrales que reducen su actividad y no regresan a su tamaño previo hasta meses más tarde. Una de las regiones más estudiadas es el hipocampo, estructura muy ligada al aprendizaje y la memoria y que personas con depresión de cualquier tipo suele encontrarse con menor tamaño respecto a otras adultas sanas. Su funcionalidad general se ve reducida, relacionándose con problemas del estado de ánimo, y con su plasticidad, no pudiendo adaptarse correctamente a las nuevas exigencias que las células nerviosas plantean. Esto podría deberse a la neurotrofina BDNF (Factor neurotrófico derivado del cerebro) encargada del buen funcionamiento y la migración neuronal, se ve reducida por el alto nivel de corticosterona derivada del estrés del embarazo, provocando la atrofia del hipocampo.
La amígdala, comúnmente encargada de las emociones intensas, durante la depresión común se encuentra hipersensibilizada a los estímulos de valor emocional y especialmente receptiva hacia los de valencia negativa; pero se encuentra hipoactiva durante la depresión perinatal y con un menor volumen de materia gris. Estas dos áreas junto al tálamo dorsomedialestán muy ligadas a la depresión, y todas ven su actividad y volúmenes alterados durante el embarazo alterando los patrones típicos de actividad cerebral.
MONOAMINAS Y POSTPARTO
Habiéndose constatado que las anormalidades durante la depresión en el funcionamiento del eje hipotalámico – pituitario – adrenal producen cierta desactivación y falta de feedback, existe una teoría de gran aceptación que profundiza sobre el efecto en la depresión de las monoaminas, específicamente sobre la deficiencia o bloqueo de neurotransmisores como norepinefrina y serotonina, principalmente, pero también de dopamina y melatonina.
La acción de estas influiría en la aceleración o freno en la liberación posterior de estas mismas y la dopamina en otras regiones cerebrales como el tálamo, la amígdala o inhibiendo el funcionamiento de circuitos de recompensa como el núcleo accumbens, provocando así la sintomatología característica de la depresión y afectando a zonas como la corteza prefrontal.
Recientes estudios han relacionado los cambios de humor post natal con una alta presencia de la enzima MAO-A(Monoamino oxidasa A). Normalmente, esta enzima es la encargada de metabolizar monoaminas estrechamente relacionadas con la depresión, como son la serotonina y norepinefrina entre otras, evitando un exceso. Un estudio de 2006 encontró alta concentración de esta enzima en estructuras cerebrales como la corteza prefrontal, cingulada anterior y posterior, caudado, putamen, tálamo, corteza temporal anterior, mesencéfalo, hipocampo y parahipocampo.
Para su DETECCIÓN se emplea la Escala de Depresion Perinatal de Edimburgo, inicialmente dedicada a evaluar exclusivamente la depresión postparto pero en la actualidad se utiliza también durante el embarazo ofreciendo mejores resultados que pruebas típicas como el Inventario sobre la Depresión de Beck (BDI) incluye preguntas sobre síntomas físicos que podrían estar incluidos entre los síntomas comunes del embarazo, generando confusión. Su TRATAMIENTO a menudo incluye psicoterapia como método principal de tratamiento, medicamentos o una combinación de ambos.
¿Estás embarazada? ¿Acabas de tener un bebé? ¿Cómo te encuentras?
BIBLIOGRAFIA
– Meyer JH, Ginovart N, Boovariwala A, et al. Niveles elevados de monoamina oxidasa A en el cerebro : una explicación para el desequilibrio de monoamina de la depresión mayor . Psiquiatría Arch Gen. 2006;63(11):1209–1216. doi:10.1001/archpsyc.63.11.1209.
– Pandya M, Altinay M, Malone DA Jr, Anand A. Where in the brain is depression? Curr Psychiatry Rep. 2012 Dec;14(6):634-42. doi: 10.1007/s11920-012-0322-7. PMID: 23055003; PMCID: PMC3619732.
– https://psicologiaymente.com/neurociencias/factor-neurotrofico-derivado-cerebro-bdnf
– Urquia ML, Pulver A, Heaman MI, Ray JG, Daoud N, O’Campo P. Partner Disengagement from Pregnancy and Adverse Maternal and Infant Outcomes. J Womens Health (Larchmt). 2016 Nov 18
– https://www.agenciasinc.es/Noticias/La-depresion-posparto-no-es-como-las-demas basado en el artículo:
– Jodi L.Pawluski, JosephS.Lonstein y Alison S.Fleming. “The Neurobiology of Postpartum Anxiety and Depression”. Trends in neurosciences, 24 enero 2017