Probióticos y prebióticos

PROBIÓTICOS Y PREBIÓTICOS

La microbiota es un conjunto fascinante de billones de microorganismos, principalmente bacterias, que residen en nuestro cuerpo, sobre todo en el tracto gastrointestinal. Estos pequeños habitantes desempeñan roles de vital importancia para nuestra salud:

 Ayudar en la digestión de los alimentos.
 Producir vitaminas.
 Regular nuestro sistema inmunológico.
 Protegernos de microorganismos dañinos.

Hay que destacar que la composición de nuestra microbiota no es algo fijo; evoluciona y cambia a lo largo de nuestra vida, desde la infancia hasta la vejez, influenciada por factores como la genética, el entorno, la dieta y nuestro estilo de vida.

La relación entre nuestro organismo y la microbiota es simbiótica, lo que significa que ambos se benefician mutuamente. Estas bacterias nos ayudan a defendernos de infecciones, a mantener la salud de nuestra mucosa intestinal y a regular procesos inmunológicos. A cambio, nuestro cuerpo les ofrece un ambiente propicio para que vivan y se reproduzcan.

Sin embargo, cuando hay un desequilibrio en estas cepas bacterianas, conocido como disbiosis, nuestro organismo puede volverse más susceptible a diversas enfermedades. Este desequilibrio puede ser provocado por muchos factores:

 El estrés crónico, una dieta baja en fibra y alta en azúcares y grasas saturadas, el uso excesivo de antibióticos, la falta de actividad física, el consumo de alcohol, el tabaquismo o la exposición a microorganismos patógenos.

Todo esto puede favorecer el crecimiento de bacterias dañinas y afectar funciones vitales de nuestro cuerpo.

Para que pueda existir un entorno propicio y adecuado se ha ampliado el estudio de dos sustancias, los probióticos y los prebióticos.

Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se consumen en las cantidades adecuadas, pueden ofrecer beneficios para la salud del huésped. Estos microorganismos beneficiosos incluyen diversas cepas de bacterias como Lactobacillus, Bifidobacterium (ayudan a la maduración del intestino y su bienestar, son antagónicos de patógenos y promueven la inmunidad intestinal.), y se encuentran de manera natural en nuestro cuerpo y en ciertos alimentos fermentados, como el yogur, el kéfir, el chucrut, el kimchi o el miso.
Incorporar probióticos en nuestra dieta puede ayudar a fortalecer la microbiota intestinal, mejorar la digestión, reducir la inflamación y potenciar nuestras defensas inmunológicas. Además, algunos estudios indican que los probióticos pueden ser útiles en el tratamiento de trastornos digestivos como el síndrome del intestino irritable, la diarrea infecciosa, la enfermedad inflamatoria intestinal y en la recuperación después de tomar antibióticos.

Por otro lado, los prebióticos son sustancias no digeribles que actúan como alimento para las bacterias beneficiosas en nuestro intestino. Estas sustancias fomentan el crecimiento y la actividad de las bacterias, ayudando a mantener un equilibrio saludable en la microbiota. Los prebióticos más comunes son los oligosacáridos, que se encuentran en alimentos como la cebolla, el ajo, la alcachofa, el puerro, la remolacha, el tomate, los espárragos, los plátanos, en cereales integrales como la cebada, el trigo y el centeno, así como en legumbres como los frijoles, las lentejas y la soja. También están presentes en productos derivados de la caña de azúcar, como el jugo de caña, las melazas y el bagazo, y en el maíz.
Consumir la cantidad adecuada de prebióticos puede mejorar la salud digestiva, aumentar la absorción de minerales como el calcio y el magnesio, y contribuir a la regulación del peso corporal y a la función inmunológica.

Bibliografía:

Castañeda Guillot, C. (Julio, 2017) Microbiota intestinal, probióticos y prebióticos.
De las Cagigas Reig, A. Blanco Anesto, J. (2002) Prebióticos y probióticos, una relación beneficiosa.
Tormo Carnicé, R. (Agosto, 2006) Probióticos. Concepto y mecanismos de acción.
Nutribiótica (s.f.) Probióticos. ¿Qué son? ¿Para qué sirven? https://nutribiotica.es/digestivo-y-nutricion/probioticos/
Moreno Calderón, X. (2022) Disbiosis en la microbiota intestinal.

ANA SÁNCHEZ GUTIÉRREZ
Psicóloga

Nieves López-Brea Serrat
Psicóloga Sanitaria
Experta en Neuropsicología Clínica Infanto-Juvenil

Memoria de trabajo

MEMORIA DE TRABAJO

 

La memoria de trabajo es fundamental para las diversas tareas que realizamos en nuestro día a día.

Se trata de un conjunto de procesos mentales encargados del almacenamiento y la manipulación de la información de forma activa, simultánea a la realización de la tarea. Es una de nuestras principales funciones ejecutivas, las cuales nos ayudan a planificar, organizar, guiar, regularizar y evaluar el comportamiento necesario para adaptarse al entorno y alcanzar metas. (Bauermeister, 2008).

La memoria de trabajo debe ser estimulada desde las primeras experiencias escolares, ya que cuenta con una capacidad de flexibilización y ampliación a medida que se adquieren conocimientos que hay que ejercitar. Es importante destacar la importancia de hacerlo sobre todo al inicio de la escolarización ya que en los primeros años es un factor clave para el correcto desarrollo estratégico del niño. También es fundamental su entrenamiento tras el diagnóstico del TDAH.

La Neuropsicología de la memoria de trabajo poco a poco ha ido consiguiendo recaudar más información gracias a las técnicas con las que contamos actualmente. Estaríamos hablando de una compleja red de conexiones y hay que destacar la importancia de la corteza prefrontal dorsolateral, con una tarea fundamental en el funcionamiento ejecutivo, el lóbulo parietal se encuentra muy relacionado con la manipulación espacial y la corteza temporal medial desempeña una importante función en la interacción con la memoria a largo plazo.

Han existido numerosos modelos para explicar esta función, uno de los más destacados es el Modelo Multicomponente de Baddeley y Hitch. En él se explica que la memoria de trabajo estaría compuesta por tres componentes y un sistema ejecutivo central:

  • El componente del bucle fonológico:

Se encuentra enlazado con el lenguaje, es el almacenamiento de la información a través de la lingüística. La información puede provenir del exterior (alguien nos habla y procesamos la información que contienen sus palabras) o de nuestro propio sistema cognitivo (somos capaces de comunicarnos con nosotros mismos a partir de la lengua sin necesidad de exteriorizarla). El bucle fonológico tiene una gran importancia en el desarrollo y la adquisición del lenguaje de los niños, ya que un mal funcionamiento o desajuste puede desencadenar en un trastorno del lenguaje.

Este bucle está compuesto por dos componentes un almacén temporal de la información acústica cuyos contenidos desaparecen al cabo de unos segundos (a menos que se refuercen) y un sistema de mantenimiento de la información acústico-verbal que, a través de la reactualización de la información, consigue mantenerla indefinidamente.

  • El componente de la agenda viso-espacial:

Es el componente responsable de procesar y mantener la información de naturaleza visual y espacial, la cual puede provenir tanto de la percepción visual como de nuestra mente. Es más complejo, por lo que ha presentado más dificultades a la hora de estudiarlo.

Podemos mantener esta información visual en nuestra memoria y crear nuestra propia representación espacial, la cual nos ayudaría a orientarnos en el espacio y tomar decisiones basadas en la ubicación y el movimiento de los objetos.

  • El componente buffer episódico:

Estaríamos hablando de un componente añadido en el 2000 por Baddeley, en su versión revisada del modelo original. Actúa como un almacenamiento temporal capaz de integrar información de diferentes componentes. Es el intermediario entre la memoria de trabajo y la memoria a largo plazo y realiza una especie de selección con la información que trasladar.

 

  • El sistema ejecutivo central o sistema atencional supervisor:

Es un sistema de orden superior encargado de mantener el control cognitivo y de procesamiento que precede a nuestro comportamiento. Es responsable de la selección ante situaciones novedosas para poder responder ante ellas y poniendo en funcionamiento procesos ejecutivos tan importantes como la anticipación, planificación y monitorización de las estrategias.

Dedicaremos otro post a este complejo sistema ejecutivo, llamado también SISTEMA DE ACTIVACIÓN RETICULAR ASCENDENTE (S.A.R.A).

En PSYCOLab disponemos de una variedad de pruebas diagnósticas, incluida NESPLORA, para la evaluación de los procesos atencionales, memoria y funciones ejecutivas. Pregúntanos!!!

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BIBLIOGRAFÍA

Escudero Cabarcas, J.; Wilmar Fernando, Pineda Alhucema.  Memoria de trabajo: El modelo multicolor ente de Baddeley, y otros modelos y su rol en la práctica clínica.

García, L. (Mayo, 2022) Memoria de trabajo y memoria a corto plazo, definición y diferencias.

González, S; Flavio Humberto, Fernández; Julio Enrique, Duarte. (Diciembre, 2016) Memoria de trabajo y aprendizaje: Implicaciones para la educación.

López, M. (2011) Memoria de trabajo y aprendizaje: aportes de la neuropsicología.

Tirapu-Ustárroz, J. y Grandi, F. (2016). Sobre la memoria de trabajo y la memoria declarativa: propuesta de una clarificación conceptual. PanamericanJournal of Neuropsychology, 10 (3): 13-31.

Tirapu-Ustárroz, J. y Muñoz-Céspedes, J.M. (2005). Memoria y funciones ejecutivas. Revista de Neurología, 41 (8): 475-484.

Urquinaona, S.; Luis Alberto, Heredia. (Octubre, 2010) Relaciones del ejecutivo central de la memoria de trabajo con los problemas comportamentales en la infancia. Universidad Nacional de Rosario.

ANA SÁNCHEZ GUTIÉRREZ
Psicóloga

Nieves López-Brea Serrat
Psicóloga Sanitaria
Experta en Neuropsicología Clínica Infanto-Juvenil

Evaluación Neuropsicológica en el TDAH

EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA EN EL TDAH

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo con una prevalencia significativa a nivel mundial. Se caracteriza por dificultades tales como la inatención, impulsividad e hiperactividad, y puede afectar negativamente a diversas áreas de la vida de quien la padece.

Dentro de la evaluación de TDAH existen una serie de síntomas de los cuales deben cumplirse 6 o más en el caso de niños, y a partir de 5 en el caso de personas mayores de 17 años, durante los últimos 6 meses, en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta en sus actividades sociales, académicas o laborales. Hay que especificar que se trata de un trastorno heterogéneo en el que puede aparecer:

  • Con presentación predominante de falta de atención:
    • Falla en prestar la debida atención a los detalles, cometer errores por descuidos.
    • Tiene dificultades en mantener la atención en tareas o actividades recreativas
    • Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
    • No sigue las instrucciones y no termina los quehaceres.
    • Tiene dificultad para organizar las actividades.
    • Evita o le disgusta iniciar tareas que implican un esfuerzo mental sostenido.
    • Pierde cosas necesarias para las tareas.
    • Se distrae por estímulos externos.
    • Olvida las actividades cotidianas.
  • Con presentación predominante de hiperactividad/impulsividad:
    • Juguetea o golpea con las manos y los pies o se retuerce en el asiento.
    • Se levanta en situaciones en las que se espera que permanezca sentado.
    • Corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado.
    • Es incapaz de ocuparse tranquilamente de actividades recreativas.
    • Es incapaz o se siente incómodo estando quieto durante un tiempo prolongado.
    • Con frecuencia habla excesivamente.
    • Responde inesperadamente antes de que haya concluido la pregunta.
    • Le es difícil esperar su turno.
    • Interrumpe o se inmiscuye con otros.
  • Con presentación combinada: Si se cumplen síntomas tanto de los criterios de inatención como de hiperactividad/impulsividad.

Hay que apreciar estos síntomas en al menos dos contextos, ya que en caso de observarse en uno solo podrían ser consecuencia de la situación y las circunstancias concretas de dicho contexto. Además, también hay que descartar que puedan deberse a otro trastorno, por lo que también es importante tener en cuenta la comorbilidad.

En ocasiones los síntomas del TDAH pueden ser confundidos con otros trastornos o situaciones que afectan a la persona. Por ejemplo, en el caso de los niños es necesario que se encuentren bien descansados y que su ingesta sea regular antes de presentarles una prueba de este tipo ya que sus resultados pueden verse afectados por ello. También hay que tener mucho cuidado con que el déficit no sea únicamente en tareas concretas, ya que en ese caso puede que no estemos hablando de inatención sino de una dificultad específica en dicha prueba.

Así mismo, la cantidad de horas que pasan jugando a videojuegos donde la atención alternante es muy rápida pero no la sostenida (concentración) o en aplicaciones de vídeos muy breves y muy continuos tipo los que observamos en TIKTOK, pueden perjudicar la atención sin tratarse de un trastorno del neurodesarrollo, viendo cómo interviniendo sobre estas áreas que hemos comentado, se favorecen procesos atencionales adecuados.

Para una evaluación correcta, a través de pruebas como “Test de Stroop” o  “CPT – continuous performance test”, habría que analizar las dificultades en las pruebas de atención,  suelen agravarse en los tiempos de reacción y la vigilancia. Además de detallar las disfunciones ejecutivas presentes en las personas con TDAH, las más afectadas suelen ser:

  • La respuesta inhibitoria: dificultad para controlar las respuestas hacia estímulos externos irrelevantes o la dificultad de frenar conductas disruptivas.
  • La flexibilidad cognitiva: déficit en la capacidad mental para cambiar de pensamiento alrededor de dos conceptos diferentes, y pensar en múltiples conceptos simultáneamente.
  • La capacidad de planificación: dificultad para “pensar en el futuro”, de anticipar mentalmente la forma correcta de ejecutar una tarea o alcanzar una meta específica. (Una de las más tardías en adquirirse, alrededor de la pubertad/adolescencia).
  • La fluidez verbal: tarea de producción lingüística donde se observarían problemas en la activación de los mecanismos necesarios para el acceso al léxico, se trata de una función compleja que implica procesos cognitivos como la capacidad de producción verbal controlada y programada, organización de la respuesta y estrategias de búsqueda.
  • La memoria de trabajo: sistema que mantiene y manipula la información de manera temporal, por lo que interviene en importantes procesos cognitivos como la comprensión del lenguaje, la lectura, el razonamiento, etc. y que además afectaría en sus subcomponentes: el bucle fonológico, la agenda visuoespacial, el ejecutivo central y el buffer episódico. (De los que hablaremos en otro post dedicado a la MEMORIA DE TRABAJO).

Javier Tirapu

El TDAH es un trastorno complejo que presenta una amplia comorbilidad y que necesita someterse a un diagnóstico diferencial exhaustivo. Hay que analizar en profundidad los síntomas, los contextos en los que se presenta y las situaciones concretas que rodean al paciente.

En PSYCOLab, disponemos de sistemas de screening de realidad virtual como NESPLORA, con mayor validez ecológica, al situar al usuario en un contexto similar al que vive en su día a día (escuela, trabajo, etc).

Bibliografía:

American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). Arlington, VA: American Psychiatric Publishing.

Alba García (2019) TDAH en adultos: Disfunciones ejecutivas. Fundación CADAH. https://www.fundacioncadah.org/web/articulo/tdah-en-adultos-disfunciones-ejecutivas.html

Ana Sánchez Gutiérrez Psicóloga

Nieves López-Brea Serrat
Psicóloga Sanitaria
Experta en Neuropsicología Clínica Infanto-Juvenil

 

Microbiota y TDAH

Microbiota y TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad)

En las últimas décadas, el estudio de la microbiota intestinal ha ganado gran atención debido a su influencia en diversos aspectos de la salud, desde la digestión hasta la función cerebral. En el caso del TDAH, los investigadores han comenzado a explorar cómo la microbiota intestinal podría estar relacionada con los síntomas de este trastorno neuropsiquiátrico, que afecta a millones de niños y adultos en todo el mundo.

¿Qué es la microbiota intestinal?

La microbiota intestinal es el conjunto de billones de microorganismos (principalmente bacterias, virus y hongos) que habitan en nuestro tracto gastrointestinal. Estos microorganismos desempeñan un papel fundamental en la digestión, la metabolización de nutrientes y la regulación del sistema inmunológico. Además, recientemente se ha descubierto que la microbiota tiene un papel importante en la comunicación entre el intestino y el cerebro a través del eje intestino-cerebro.

¿Qué sabemos hasta ahora?

El TDAH es un trastorno neuropsiquiátrico caracterizado por síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad. El TDAH tiene un componente genético importante y está relacionado con desequilibrios en ciertos neurotransmisores, especialmente la dopamina y la noradrenalina.

Sin embargo, estudios recientes sugieren que la microbiota intestinal también podría tener un papel en el desarrollo y la exacerbación de los síntomas del TDAH. A continuación, te contamos algunas de las posibles conexiones que los investigadores están explorando:

  1. El eje intestino-cerebro: El intestino y el cerebro están comunicados a través del eje intestino-cerebro, que permite la transmisión de señales químicas y hormonales entre ambos. Se ha descubierto que la microbiota intestinal puede influir en la producción de neurotransmisores clave como la serotonina (que regula el estado de ánimo y el comportamiento) y la dopamina (vinculada a la motivación y el enfoque), dos neurotransmisores clave en el TDAH.
  1. Inflamación sistémica y neuroinflamación: Se ha observado que las personas con TDAH tienen niveles más altos de inflamación sistémica. La microbiota intestinal juega un papel crucial en la regulación del sistema inmune, y se ha sugerido que un desequilibrio en la microbiota podría promover una inflamación crónica de bajo grado que afecte el cerebro, contribuyendo a los síntomas del TDAH.
  1. Disbiosis intestinal y comportamiento: La disbiosis es un término que se refiere a un desequilibrio en la microbiota intestinal. En varios estudios, se ha encontrado que las personas con TDAH tienen una composición microbiana diferente a la de las personas neurotípicas. Un microbioma alterado podría influir en la actividad cerebral, especialmente en áreas relacionadas con la concentración, la impulsividad y el control de los impulsos, exacerbando los síntomas del TDAH.
  1. Trastornos gastrointestinales en personas con TDAH: Muchos niños con TDAH también experimentan problemas gastrointestinales, como estreñimiento, diarrea o dolor abdominal. Se está investigando si los problemas digestivos podrían estar relacionados con un desequilibrio microbiano y, a su vez, contribuir al comportamiento impulsivo o hiperactivo.

¿Cómo podría la modulación de la microbiota influir en el TDAH?

Aunque la investigación en este campo aún está en sus primeras etapas, algunos estudios preliminares sugieren que modificar la microbiota intestinal podría tener efectos beneficiosos en los síntomas del TDAH. Algunas posibles intervenciones incluyen:

  1. Probióticos y prebióticos: Los probióticos (bacterias beneficiosas) y prebióticos (alimentos que favorecen el crecimiento de bacterias saludables) podrían ayudar a restaurar el equilibrio microbiano intestinal. Algunos estudios han sugerido que los probióticos podrían mejorar la función cerebral y reducir los síntomas de inatención y agresividad en personas con TDAH.
  1. Dietas ricas en fibra y alimentos fermentados: Los alimentos ricos en fibra y los productos fermentados, como el yogur, el kéfir o el chucrut, promueven una microbiota diversa y saludable, lo cual podría tener un impacto positivo en el comportamiento y la función cognitiva.
  1. Reducción de azúcares y aditivos alimentarios: Algunas investigaciones sugieren que las dietas altas en azúcares refinados y ciertos aditivos alimentarios podrían contribuir a la disbiosis y empeorar los síntomas del TDAH. Adoptar una dieta equilibrada y rica en nutrientes podría ser una forma de apoyar la salud intestinal y, potencialmente, reducir la gravedad de los síntomas.
  1. Evitar el uso innecesario de antibióticos: El uso excesivo de antibióticos puede alterar la microbiota intestinal y, en consecuencia, afectar el comportamiento. Siempre debe ser utilizado bajo supervisión médica y en situaciones necesarias.

Aunque aún queda mucho por descubrir, la investigación sobre la relación entre la microbiota intestinal y el TDAH está abriendo nuevas perspectivas sobre cómo abordar este trastorno. La modulación de la microbiota a través de dietas específicas, probióticos y otros enfoques podría ser una estrategia complementaria para mejorar los síntomas del TDAH y promover un mejor bienestar general.

 

REFERENCIAS:

  1. Aarts, E., et al. (2020). “Gut microbiota and the brain: The influence of microbiota on brain function and behavior.” “Advances in Neurobiology”, 22, 55-68.
  2. Mayer, E. A., et al. (2014). “Gut microbiota and brain function: The gut-brain axis.” “The Journal of Clinical Investigation”, 124(10), 3903-3913.
  3. Strandwitz, P., et al. (2019). “Neurotransmitter signaling in the human microbiome.” “Cell”, 139(1), 128-136.
  4. Parker, A., et al. (2018). “The role of the gut microbiota in the pathophysiology of ADHD.” “Current Opinion in Psychiatry”, 31(2), 101-107.
  5. Barbosa, T. M., et al. (2018). “Gut microbiota and its relationship with neurodevelopmental disorders: A review of current evidence.” “Microorganisms”, 6(4), 116.
  6. Nieves López-Brea Serrat
    Psicóloga Sanitaria
    Experta en Neuropsicología Clínica Infanto-Juvenil

    Diego Fernández Perrin
    Psicólogo

Microbiota y Autismo

Microbiota y Autismo

Diversos estudios han encontrado que las personas con TEA (Trastorno del espectro autista), tienen una microbiota intestinal significativamente diferente de la de los individuos neurotípicos. Este desequilibrio en la flora intestinal, conocido como disbiosis, podría influir en una serie de aspectos relacionados con los síntomas del Autismo, como la comunicación, el comportamiento y las respuestas emocionales.

Algunas de las posibles conexiones entre microbiota y TEA incluyen:

  1. Alteraciones en el eje intestino-cerebro: El intestino está conectado al cerebro a través del llamado eje intestino-cerebro, un complejo sistema de comunicación que involucra señales hormonales, inmunológicas y neuronales. Se ha sugerido que una microbiota desequilibrada podría influir en este eje, afectando el desarrollo cerebral y la función emocional en niños con TEA.
  2. Inflamación crónica y respuesta inmune: Los estudios han observado que las personas con TEA a menudo tienen una mayor inflamación intestinal y disfunciones en su sistema inmune. Como la microbiota juega un papel clave en la regulación del sistema inmune, un desequilibrio en las bacterias intestinales podría contribuir a esta inflamación, exacerbando los síntomas del TEA.
  3. Producción de neurotransmisores: Algunas bacterias intestinales están involucradas en la producción de neurotransmisores como la serotonina, que juega un papel importante en la regulación del estado de ánimo, el comportamiento y las emociones. En los niños con TEA, las alteraciones en la microbiota intestinal podrían interferir con la producción de estos neurotransmisores, afectando el bienestar emocional y social.
  4. Trastornos digestivos y comportamiento: Los niños con TEA a menudo experimentan problemas gastrointestinales, como estreñimiento, diarrea o dolor abdominal. Estos problemas digestivos pueden estar relacionados con una microbiota intestinal alterada, lo que podría contribuir a la irritabilidad o las conductas repetitivas características del TEA.

¿Cómo influir en la microbiota para mejorar los síntomas del TEA?

Aunque todavía se necesitan más investigaciones para comprender completamente la relación entre la microbiota intestinal y los síntomas del TEA, hay algunas estrategias que podrían ayudar a mejorar la salud intestinal en personas con TEA:

  1. Probióticos y prebióticos: Los probióticos (bacterias beneficiosas) y prebióticos (alimentos que favorecen el crecimiento de bacterias saludables) podrían ser útiles para restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal. Algunos estudios preliminares sugieren que la administración de probióticos podría mejorar el comportamiento y las funciones gastrointestinales en niños con TEA.
  2. Dieta rica en fibra y alimentos fermentados: Una dieta rica en fibra y alimentos fermentados (como el yogur, el kéfir o el chucrut) puede promover la salud de la microbiota intestinal. Además, una alimentación equilibrada puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar la función digestiva.
  3. Evitar antibióticos innecesarios: El uso excesivo de antibióticos puede alterar el equilibrio de la microbiota intestinal, lo que podría tener efectos negativos en el comportamiento y el bienestar de los niños con TEA. Siempre es importante seguir las recomendaciones médicas para el uso de estos medicamentos.
  4. Enfoque integral: A medida que surgen más investigaciones sobre la microbiota y los TEA, se está reconociendo la importancia de un enfoque integral que combine tratamientos médicos, nutricionales y conductuales para mejorar la calidad de vida de las personas con TEA.

La relación entre la microbiota intestinal y los trastornos del espectro autista es un área de investigación prometedora que podría transformar nuestra comprensión de las causas y el tratamiento del TEA. Aunque aún estamos en las primeras etapas de este campo, los estudios sugieren que mejorar la salud intestinal podría ser una vía para aliviar algunos de los síntomas del TEA, promoviendo el bienestar general de los niños afectados.

La investigación continúa, y con el tiempo podríamos contar con enfoques más efectivos y personalizados para tratar el TEA, basados no solo en la genética o la psicoterapia, sino también en el cuidado y modulación de la microbiota intestinal.

De momento lo que sí sabemos es que la disbiosis puede comprometer la integridad de la barrera intestinal y hematoencefálica, facilitando que péptidos neurotóxicos de origen bacteriano, como los lipopolisacáridos (LPS) y las citocinas inflamatorias, pueden alcanzar el torrente sanguíneo llegando hasta la barrera hematoencefálica.

Por otra parte, el SNC regula los niveles de cortisol a través del eje hipotálamo-pituitario-adrenal. La elevación del cortisol afectaría a la actividad de las citocinas, al tiempo que exacerba los síntomas gastrointestinales. Estas citocinas podrían contribuir al desarrollo del autismo al influir en las primeras etapas del desarrollo cerebral.

Los días 17, 18, 24 y 25 de enero de 2025, tendrás la oportunidad de consultar a nuestros especialistas tus dudas sobre cómo afecta tu microbiota a tu salud mental o al neurodesarrollo de tu bebé.

Recuerda que durante la exposición, nuestros especialistas no ofrecerán formaciones regladas, sino que estarán en las instalaciones para que te dirijas a ellos cuando quieras.

Más adelante publicaremos fechas en las que sí realizaremos una Jornada de Formación sobre Microbiota y Psicobioma más reglada.

Consulta horarios de la exposición y la asistencia de nuestros especialistas AQUÍ.

Apúntate!!!

REFERENCIAS:

  1. Collado, M. C., et al. (2016). “The human microbiome during the first years of life.” FEMS Microbiology Reviews, 40(4), 600-619.
  2. Ozanne, S. E., & Hales, C. N. (2004). “The long-term consequences of intrauterine programming.” In: Fetal Development and Disease, Cambridge University Press.
  3. Molloy, C. A., et al. (2019). “Gastrointestinal symptoms in autism spectrum disorder: A meta-analysis.” Journal of Autism and Developmental Disorders, 49(8), 3121-3132.
  4. Kang, D. W., et al. (2013). “Differences in fecal microbiota of children with autism spectrum disorders and neurotypical children.” PLOS ONE, 8(2), e68322.
  5. De Angelis, M., et al. (2016). “The contribution of the gut microbiota to the development of the human brain.” Frontiers in Cellular Neuroscience, 10, 1-11.
  6. Hoban, A. E., et al. (2016). “The microbiome regulates amygdala-dependent fear recall.” Molecular Psychiatry, 21(5), 617-627.
  7. Martínez-González AE, Andreo-Martínez P. Prebióticos, probióticos y trasplante de   microbiota      fecal en el autismo: una revisión sistemática. Rev Psquiatr  Salud Ment.  2020;13(3):150-164
  8. Srikantha P, Mohajeri MH. The possible role of the microbiota-gut-brain-axis in autism spectrum disorder. I. J. Mol. Sci. 2019;20(2115):1-28.

    Zaida Gómez Pérez
    Psicopedagoga
    Pedagoga Terapéutica

Nieves López-Brea Serrat
Psicóloga Sanitaria
Experta en Neuropsicología Clínica Infanto-Juvenil

Microbiota y Neurodesarrollo

MICROBIOTA Y NEURODESARROLLO

 

La influencia de la microbiota en los primeros 1000 días de vida: Un factor clave para el desarrollo infantil

Los primeros 1000 días de vida, que comprenden desde la concepción hasta los dos años del bebé, son fundamentales para el desarrollo físico, cognitivo y emocional del niño. Sin embargo, un aspecto a menudo subestimado en este proceso es el papel crucial que juega la microbiota intestinal en estos primeros años.

¿Qué es la microbiota y por qué es importante?

La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos (bacterias, virus, hongos y otros) que habitan en nuestro sistema digestivo. En los primeros 1000 días, el desarrollo de esta microbiota es especialmente sensible, ya que se establece y moldea, influenciando la salud y el bienestar a largo plazo.

Un desarrollo adecuado de la microbiota puede impactar:

  • El sistema inmune: Una microbiota saludable ayuda a entrenar al sistema inmunológico para distinguir entre agentes patógenos y sustancias inofensivas, reduciendo el riesgo de alergias, asma e infecciones.
  • La salud digestiva: La diversidad microbiana influye directamente en la capacidad del cuerpo para digerir y absorber nutrientes esenciales, lo que puede afectar el crecimiento y el desarrollo del niño.
  • Desarrollo cognitivo y emocional: Cada vez más estudios sugieren que la microbiota tiene un impacto en el cerebro, lo que podría influir en aspectos como el comportamiento, el estado de ánimo y la función cognitiva a lo largo de la vida.

Tian, M., Li, Q., Zheng, T., Yang, S., Chen, F., Guan, W. y Zhang, S. (2023). Modulación específica de microbios maternos del microbioma de la descendencia y desarrollo durante el embarazo y la lactancia. Microbios intestinales, 15(1). https://doi.org/10.1080/19490976.2023.2206505

Factores que afectan el desarrollo de la microbiota en los primeros 1000 días

  1. El parto: Sabemos que la microbiota está presente en el meconio de los bebés, por lo que ya la madre será responsable con su alimentación, de las primeras bacterias del neonato. Los bebés nacidos por cesárea tienen una microbiota diferente a los nacidos por parto vaginal, ya que no entran en contacto con las bacterias presentes en el canal de parto. Este factor inicial puede influir en el desarrollo del sistema inmunológico y en la salud digestiva, aunque siempre puede recuperarse una óptima microbiota a lo largo de la vida.
  2. La lactancia materna: La leche materna contiene una gran cantidad de prebióticos (que alimentan a las bacterias buenas) y anticuerpos que ayudan a formar una microbiota intestinal saludable y a fortalecer el sistema inmune del bebé.
  3. La alimentación complementaria: La introducción de alimentos sólidos es un momento clave para diversificar la microbiota. Alimentos ricos en fibra, frutas, verduras y probióticos (como el yogur) pueden favorecer el crecimiento de bacterias beneficiosas.
  4. Antibióticos y otros factores ambientales: El uso innecesario de antibióticos, la contaminación ambiental o el estrés también pueden alterar el equilibrio microbiano, afectando el desarrollo del sistema inmune y aumentando el riesgo de enfermedades crónicas en la edad adulta.

¿Cómo promover una microbiota saludable?

  1. Optar por el parto vaginal cuando sea posible: El contacto con las bacterias del canal de parto es beneficioso para el bebé.
  2. Fomentar la lactancia materna: Además de ser el alimento ideal, la leche materna tiene componentes esenciales para el desarrollo de una microbiota sana.
  3. Incorporar alimentos ricos en fibra: Una vez iniciada la alimentación complementaria, ofrecer una variedad de alimentos saludables puede ayudar a establecer una microbiota diversa.
  4. Evitar el uso innecesario de antibióticos: Siempre bajo indicación médica, los antibióticos deben usarse con precaución para no alterar la microbiota de forma negativa.

REFERENCIAS:

  1. Kerr CA, Grice DM, Tran CD, Bauer DC, Li D, Hendry P, Hannan GN. Los primeros eventos de la vida influyen en la salud metabólica de toda la vida a través de la microflora intestinal y la permeabilidad intestinal. Crit Rev Microbiol. 2015;41(3):326–340. doi:10.3109/1040841X.2013.837863.
  2. Sanidad KZ, Zeng MY. Microbioma intestinal neonatal e inmunidad. Curr Opin Microbiol. 2020;56:30–37. doi:10.1016/j.mib.2020.05.011.
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Los días 17, 18, 24 y 25 de enero de 2025, tendrás la oportunidad de consultar a nuestros especialistas tus dudas sobre cómo afecta tu microbiota a tu salud mental.

Recuerda que durante la exposición, nuestros especialistas no ofrecerán formaciones regladas, sino que estarán en las instalaciones para que te dirijas a ellos cuando quieras.

Más adelante publicaremos fechas en las que sí realizaremos una Jornada de Formación sobre Microbiota y Psicobioma más reglada.

Consulta horarios de la exposición y la asistencia de nuestros especialistas AQUÍ.

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Nieves López-Brea Serrat
Psicóloga Sanitaria
Experta en Neuropsicología Clínica Infanto-Juvenil

 

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