Microbiota y TDAH

Microbiota y TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad)

En las últimas décadas, el estudio de la microbiota intestinal ha ganado gran atención debido a su influencia en diversos aspectos de la salud, desde la digestión hasta la función cerebral. En el caso del TDAH, los investigadores han comenzado a explorar cómo la microbiota intestinal podría estar relacionada con los síntomas de este trastorno neuropsiquiátrico, que afecta a millones de niños y adultos en todo el mundo.

¿Qué es la microbiota intestinal?

La microbiota intestinal es el conjunto de billones de microorganismos (principalmente bacterias, virus y hongos) que habitan en nuestro tracto gastrointestinal. Estos microorganismos desempeñan un papel fundamental en la digestión, la metabolización de nutrientes y la regulación del sistema inmunológico. Además, recientemente se ha descubierto que la microbiota tiene un papel importante en la comunicación entre el intestino y el cerebro a través del eje intestino-cerebro.

¿Qué sabemos hasta ahora?

El TDAH es un trastorno neuropsiquiátrico caracterizado por síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad. El TDAH tiene un componente genético importante y está relacionado con desequilibrios en ciertos neurotransmisores, especialmente la dopamina y la noradrenalina.

Sin embargo, estudios recientes sugieren que la microbiota intestinal también podría tener un papel en el desarrollo y la exacerbación de los síntomas del TDAH. A continuación, te contamos algunas de las posibles conexiones que los investigadores están explorando:

  1. El eje intestino-cerebro: El intestino y el cerebro están comunicados a través del eje intestino-cerebro, que permite la transmisión de señales químicas y hormonales entre ambos. Se ha descubierto que la microbiota intestinal puede influir en la producción de neurotransmisores clave como la serotonina (que regula el estado de ánimo y el comportamiento) y la dopamina (vinculada a la motivación y el enfoque), dos neurotransmisores clave en el TDAH.
  1. Inflamación sistémica y neuroinflamación: Se ha observado que las personas con TDAH tienen niveles más altos de inflamación sistémica. La microbiota intestinal juega un papel crucial en la regulación del sistema inmune, y se ha sugerido que un desequilibrio en la microbiota podría promover una inflamación crónica de bajo grado que afecte el cerebro, contribuyendo a los síntomas del TDAH.
  1. Disbiosis intestinal y comportamiento: La disbiosis es un término que se refiere a un desequilibrio en la microbiota intestinal. En varios estudios, se ha encontrado que las personas con TDAH tienen una composición microbiana diferente a la de las personas neurotípicas. Un microbioma alterado podría influir en la actividad cerebral, especialmente en áreas relacionadas con la concentración, la impulsividad y el control de los impulsos, exacerbando los síntomas del TDAH.
  1. Trastornos gastrointestinales en personas con TDAH: Muchos niños con TDAH también experimentan problemas gastrointestinales, como estreñimiento, diarrea o dolor abdominal. Se está investigando si los problemas digestivos podrían estar relacionados con un desequilibrio microbiano y, a su vez, contribuir al comportamiento impulsivo o hiperactivo.

¿Cómo podría la modulación de la microbiota influir en el TDAH?

Aunque la investigación en este campo aún está en sus primeras etapas, algunos estudios preliminares sugieren que modificar la microbiota intestinal podría tener efectos beneficiosos en los síntomas del TDAH. Algunas posibles intervenciones incluyen:

  1. Probióticos y prebióticos: Los probióticos (bacterias beneficiosas) y prebióticos (alimentos que favorecen el crecimiento de bacterias saludables) podrían ayudar a restaurar el equilibrio microbiano intestinal. Algunos estudios han sugerido que los probióticos podrían mejorar la función cerebral y reducir los síntomas de inatención y agresividad en personas con TDAH.
  1. Dietas ricas en fibra y alimentos fermentados: Los alimentos ricos en fibra y los productos fermentados, como el yogur, el kéfir o el chucrut, promueven una microbiota diversa y saludable, lo cual podría tener un impacto positivo en el comportamiento y la función cognitiva.
  1. Reducción de azúcares y aditivos alimentarios: Algunas investigaciones sugieren que las dietas altas en azúcares refinados y ciertos aditivos alimentarios podrían contribuir a la disbiosis y empeorar los síntomas del TDAH. Adoptar una dieta equilibrada y rica en nutrientes podría ser una forma de apoyar la salud intestinal y, potencialmente, reducir la gravedad de los síntomas.
  1. Evitar el uso innecesario de antibióticos: El uso excesivo de antibióticos puede alterar la microbiota intestinal y, en consecuencia, afectar el comportamiento. Siempre debe ser utilizado bajo supervisión médica y en situaciones necesarias.

Aunque aún queda mucho por descubrir, la investigación sobre la relación entre la microbiota intestinal y el TDAH está abriendo nuevas perspectivas sobre cómo abordar este trastorno. La modulación de la microbiota a través de dietas específicas, probióticos y otros enfoques podría ser una estrategia complementaria para mejorar los síntomas del TDAH y promover un mejor bienestar general.

 

REFERENCIAS:

  1. Aarts, E., et al. (2020). “Gut microbiota and the brain: The influence of microbiota on brain function and behavior.” “Advances in Neurobiology”, 22, 55-68.
  2. Mayer, E. A., et al. (2014). “Gut microbiota and brain function: The gut-brain axis.” “The Journal of Clinical Investigation”, 124(10), 3903-3913.
  3. Strandwitz, P., et al. (2019). “Neurotransmitter signaling in the human microbiome.” “Cell”, 139(1), 128-136.
  4. Parker, A., et al. (2018). “The role of the gut microbiota in the pathophysiology of ADHD.” “Current Opinion in Psychiatry”, 31(2), 101-107.
  5. Barbosa, T. M., et al. (2018). “Gut microbiota and its relationship with neurodevelopmental disorders: A review of current evidence.” “Microorganisms”, 6(4), 116.
  6. Nieves López-Brea Serrat
    Psicóloga Sanitaria
    Experta en Neuropsicología Clínica Infanto-Juvenil

    Diego Fernández Perrin
    Psicólogo

TDAH subtipo combinado: Déficit de Atención con Hiperactividad e Impulsividad

TDAH – Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad e Impulsividad

Cuando hablamos del TDAH, hacemos referencia a uno de los Trastornos del Neurodesarrollo que más se presentan en la población infantil, y es caracterizado por un comportamiento continuo de inatención, o hiperactividad e impulsividad o ambos.  Es un trastorno diverso, presentan diferentes perfiles de síntomas principales, así como de trastornos que puedan estar asociados, historia familiar, respuestas al tratamiento y curso de evolución. Dicho trastorno tiene una gran repercusión en el desarrollo y la vida de la persona que lo padece, así como en su entorno.

Es considerado un trastorno de origen neurobiológico con una alta carga genética (75%), dando inicio en la edad infantil, perjudicando entre 3-7% de niños en el colegio.

Según diversos estudios de neuroimagen, las áreas cerebrales afectadas son:

  • La corteza prefrontal: encargada de la función ejecutiva como planificar acciones, iniciarlas, darse cuenta de los errores y corregirlos, evitar distracciones por estímulos irrelevantes, ser flexible si las circunstancias cambian…
  • El cuerpo calloso: sirve de comunicación entre los dos hemisferios cerebrales, para asegurar un trabajo conjunto y complementario.
  • Los ganglios basales: implicados en el control de los impulsos al coordinar o filtrar la información que llega de otras regiones del cerebro e inhibir las respuestas automáticas.
  • El cíngulo anterior: se encarga de la gestión afectiva y del manejo de las emociones.

También afecta a la neurotransmisión, se dan problemas en los circuitos reguladores que comunican dos zonas cerebrales, el córtex prefrontal y los ganglios basales. Estas áreas se comunican a través de la dopamina y la noradrenalina. Al tener una liberación deficitaria de estos neurotransmisores y un alto nivel de recaptación de las mismas, se altera la neurotransmisión, afectando a la atención, el estado de alerta, la memoria de trabajo y el control ejecutivo. La disminución del metabolismo sináptico de los neurotransmisores produce las siguientes consecuencias:

  • Disminuye la atención
  • Disminuye la capacidad de iniciar y continuar actividades
  • Dificulta la memoria de trabajo (o memoria a corto plazo)
  • Dificulta la capacidad para bloquear respuestas inadecuadas
  • Dificulta la planificación de actividades complejas
  • Dificulta la organización
  • Incrementa la actividad física
  • Incrementa la impulsividad

* Instituto Nacional de Neurociencias, Neuropsicología y Neuro-rehabilitación.

El TDAH de tipo combinado, se caracteriza por síntomas de hiperactividad/impulsividad y falta de atención. La inatención se hace más evidente en la etapa escolar, que es donde hay más demanda de una actividad cognitiva más complicada, y continua en las siguientes etapas por las que va pasando el menor. A medida que va creciendo, normalmente suele ir disminuyendo la hiperactividad, permaneciendo la inatención e impulsividad.

Síntomas del TDAH subtipo combinado:

  • Síntomas de inatención:
    •  A menudo parece que no están escuchando cuando se les habla.
    • Cometen errores en las tareas que tienen que realizar, debido a la distracción que presentan.
    • Presentan dificultad para conseguir mantener la atención en las tareas, o en actividades dinámicas que estén realizando.
    • Les es complicado la organización de tareas.
    • Normalmente no siguen las normas, y no hacen entrega de las tareas.
    • Se enfadan cuando la tarea a realizar requiere de un esfuerzo mental sostenido.
    • Habitualmente pierden cosas, como juguetes, y material escolar necesario para la realización de tareas.
  • Síntomas de hiperactividad:
    • Constantemente mueven mucho las manos o los pies, o no paran de moverse en el asiento.
    • Saltan o se mueven en exceso en situaciones en las que no es correcto hacerlo.
    • A menudo en clase abandonan su asiento sin tener que hacerlo.
    • Les es complicado realizar de manera calmada y tranquila actividades de juego.
    • Hablan en exceso.
    • Actúan como si tuviesen un motor, o como si estuviesen siempre en marcha.
  • Síntomas de impulsividad:
    • Presentan dificultades para guardar el turno.
    • A menudo responden con anticipación antes de haber sido finalizada la pregunta.
    • Interrumpen o se meten en conversaciones o juegos de otros.

Tras la evaluación neuropsicológica, el diagnóstico debe ser confirmado por un pediatra o neuropediatra, que a su vez, valorará la necesidad de tratamiento farmacológico, del que hablaremos en otro post.

Es primordial resaltar el apoyo y la coordinación con el colegio y la familia. Se debe entrenar en psicoeducación tanto a la familia como al infante, siguiendo un programa de técnicas cognitivo-conductuales. Cuando el TDAH ha sido diagnosticado tarde, la psicoterapia será más continuada en el tiempo. Si, por el contrario, se ha diagnosticado de forma temprana normalmente se intervendrá en momentos puntuales donde haya cambios que puedan provocar impacto en el día a día del/a menor.

Es importante que el centro educativo y sus docentes, tengan formación sobre el TDAH, ya que estos niños/as precisan de un buen trato por parte de sus profesores, y que cuenten con los recursos y la formación adecuada sobre el déficit que padecen, así como de la metodología e intervenciones educativas más adecuadas para llevar a cabo. Si no se cuenta con dicha formación, es fácil encontrarse con descalificativos personales que atacan el comportamiento del menor de forma agresiva, dañando aún más su autoestima. Suelen ser niños o niñas, y/o adolescentes, que siempre están recibiendo reprimendas, amonestaciones, partes disciplinarios, etc.

Se realizará un tratamiento cognitivo conductual:

En relación a la parte conductual, se trabajará con los pacientes de forma que se consiga cambiar o mejorar actitudes que están siendo inadecuadas a través de distintas técnicas. En base a lo que hacemos, actuamos teniendo en cuenta los resultados que recibimos, es decir se podrán mejorar las consecuencias que tienen dichas conductas para aprender a hacerlas de mejor forma.

Las técnicas a utilizar se irán eligiendo en base a las necesidades que presente el paciente, viendo que factores están repercutiendo en las conductas que se están realizando de forma inadecuada. Con estas se pretende conseguir la mejora de la atención, obtener un mejor autocontrol del exceso de la conducta motora y la impulsividad, pudiendo así conseguir unas mejores relaciones sociales y un optimo rendimiento en el colegio. Se utilizarán técnicas para disminuir o quitar los comportamientos que no son deseados, reforzadores positivos para conseguir conductas adecuadas, y técnicas combinadas como la economía de fichas, o el contrato de contingencias.

Por otro lado, con respecto a la parte cognitiva, se pondrá el foco en trabajar la parte de los procesos cognitivos y los procesos mentales implicados en el control de la conducta, proporcionándole al paciente ser una persona con mayor autonomía y aumentar su autocontrol. Con dicho tratamiento se quiere conseguir una modificación e identificación de los pensamientos inapropiados, dándole importancia a la repercusión que tienen sobre la conducta y los estados emocionales, para sustituirlos por otros más adecuados. Se utilizarán técnicas de autocontrol, de auto instrucciones, y de resolución de problemas.

Y como hemos visto, por su afectación prefrontal, será fundamental trabajar en estos pacientes las Funciones Ejecutivas:

  • Velocidad de procesamiento
  • Memoria de trabajo (atención)
  • Fluencia verbal
  • Inhibición conductual/control inhibitorio
  • Ejecución dual
  • Flexibilidad cognitiva
  • Planificación
  • Toma de decisiones
  • Paradigmas multitarea

En Psycolab Benalmádena, entrenamos desde hace 10 años este Trastorno del Neurodesarrollo de forma individual y en talleres grupales. Pregúntanos.

Contacto

Bibliografía.

Abendaño-Cabaleiro, L. (2012). Acercamiento a la realidad educativa y social que rodea a los niños/as con TDA o TDAH en la Comunidad Foral de Navarra (Bachelor’s thesis).

Arosemena, M. (2021). Intervención cognitiva–conductual en niños con diagnóstico de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDA/H) que presentan ansiedad. redes1(13), 55-75.

Medina, A. R., & Soler, C. L. (2014). TDAH y Trastornos del Comportamiento en la infancia y la adolescencia. Ediciones Pirámide.

Ana Cañete Ángel. Psicóloga Sanitaria Experta en Infancia, Duelo y Cuidados Paliativos

Nieves López-Brea Serrat Psicóloga Sanitaria Experta en Neuropsicología Clínica Infanto-Juvenil

TDAH subtipo inatento

TDAH SUBTIPO INATENTO

Cuando hablamos de trastorno de déficit atencional (TDA), hacemos referencia a un trastorno del neurodesarrollo que tiene un inicio temprano, aparece en los primeros 7 años de vida, y es caracterizado por un comportamiento que se muestra principalmente con problemas de atención, aunque va mucho más allá de sólo esto. Dicho comportamiento se presenta en más de un contexto como puede ser en casa y en la escuela, y repercute en las relaciones con su entorno, mostrándose aún más cuando establecen la integración a un centro escolar.

El resultado de varios estudios ha mostrado que los niños/as con TDA tienen un problema de atención asociado al Tempo Cognitivo Lento (TCL), es decir, una baja velocidad de procesamiento, pudiendo presentar somnolencia, pasividad, lentitud, baja energía, soñar despiertos, estar como perdidos en el espacio. La naturaleza del TCL plantea que los niños/as con TDA tienen problemas con la atención focalizada y selectiva, y tienen dificultades para modular el estado vigilante o de alerta. Estos/as niños/as suelen tener una personalidad poca activa, pasiva e inhibida.

Cuando hablamos de la presencia de inatención, hacemos referencia a la presencia de síntomas que se han estado presentes al menos durante 6 meses, causando un malestar en su vida. Podemos encontrar los siguientes síntomas:

  • Es muy frecuente fallar por no prestar la atención que corresponde a los detalles, y se cometen muchos fallos en las tareas del colegio, trabajo o en otras actividades de la vida diaria.
  • Presentan problemas para poder sostener la atención en actividades animadas o tareas. Por ejemplo, presenta dificultad para prestar atención en clase, con una lectura extensa o en conversaciones.
  • A menudo parece que no están escuchando cuando se le habla, es como si tuviesen la mente en otro sitio, incluso cuando no hay nada con lo que se puedan distraerse.
  • No siguen las reglas y les es complicado acabar las tareas del colegio. Normalmente empiezan las tareas, pero se distraen con facilidad, y no las terminan.
  • Se enfadan o presentan poco interés para actividades que requieren un esfuerzo mental sostenido.
  • Pierden cosas con mucha frecuencia, por ejemplo, lápices, libros, etc.

Los niños/as con TDA suelen ser hipoactivos y no presentan diagnósticos de trastorno negativista desafiante, disocial o problemas con respecto a la agresividad. Sin embargo, fuera del aula no siempre se muestran hipoactivos. Los comportamientos de somnolencia, y letargo, se ven mejor cuando el niño tiene que hacer actividades de tipo pasivas, o tareas cognitivas complicadas.

Es importante que el niño/a reciba una correcta evaluación neuropsicológica que pueda descartar otras posibles causas de la falta de atención o establecer un diagnóstico diferencial.

Desde el plano de la psicología consideramos que es fundamental una evaluación psicoeducativa o neuropsicológica que estudie el nivel de funcionamiento intelectual del niño/a y sus habilidades en matemáticas y lectoescritura, así como estudiar la presencia de problemas con el lenguaje, dificultades motrices o emocionales. Esta evaluación es de suma importancia, ya que hay una alta comorbilidad de otros trastornos con el TDA, y una urgencia de incorporar al proceso de tratamiento un enfoque multidisciplinar desde la psicología, neuropsicología, psicopedagogía, neurología, psiquiatría, logopedia y terapia ocupacional según las necesidades que presente, que es lo que ofrecemos en Psycolab Benalmádena.

Para conseguir una evaluación que lo abarque todo, es imprescindible tener información sobre el comportamiento, las habilidades y las dificultades que presenta el menor, tanto en el contexto escolar como en el familiar. Así como estudiar los talentos y recursos con los que el menor cuenta para potenciar estos como parte del tratamiento.

Normalmente los niños/as con TDA consiguen un correcto desarrollo si la escuela presenta las siguientes características:

  • Cuentan con un equipo de profesionales que puedan ayudar a niños/as que presenten un estilo de comportamiento o aprendizaje distinto. Normalmente la figura del Orientador, del Psicopedagogo o del Neuropsicólogo son imprescindibles ya en los centros educativos.
  • Tienen modelos de aprendizaje activos y participativos.
  • La dirección del colegio esta dispuesta a apoyar todos los ajustes que sean necesarios hacer.
  • Potencian la comunicación entre docentes, familiares y profesionales que llevan el tratamiento del menor.
  • Refuerza al menor cuando participan en alguna actividad, por ejemplo, cuando contestan preguntas, o se involucran en alguna actividad.

Con respecto a la evaluación de la familia, es de suma importancia estudiar el ambiente y la dinámica familiar. Se debe evaluar el tipo de crianza que se lleva a cabo, si hay estrés, si hay discusiones en casa, así como la presencia de trastornos psiquiátricos en los padres. Esto es esencial para saber qué tipo de tratamiento se debe utilizar, así como para saber si los padres cuentan con los recursos psicológicos necesarios para proponer un programa conductual con ellos, o para proponer sugerencias sobre como manejar la conducta del niño/a en casa. En casa es importante que a los niños/as se les anime y se les refuerce para que sean más activos, que respondan con más rapidez y tengan más iniciativa para las relaciones sociales. Es recomendable que descubran actividades que puedan disfrutar, deportes que le gusten, pasatiempos. Incentivarlos para que salgan de casa y jueguen con el resto.

Con respecto al tratamiento es importante los siguientes aspectos:

  1. Los maestros y los padres deben recibir ayuda para aceptar al niño/a tal y como es. Si se consigue esta aceptación, es más fácil lograr tratamientos coherentes.
  2. El tratamiento que se le realice debe ser con carácter individual, en concordancia a los síntomas que presente, los trastornos comórbidos, así como las debilidades y fortalezas que se encuentren en el niño/a, escuela y familia. También es importante tener en cuenta la repercusión en el contexto social.
  3. Un programa de tratamiento multidisciplinar con diferentes profesionales como son los que forman parte de nuestro centro: psicólogos, psiquiatras, neuropsiquiatras, neuropsicólogos, psicopedagogos y logopedas en Benalmádena.
  4. El tratamiento que se aplique debe estar enfocado en potenciar la autoestima del menor, hacer que tenga una comunicación optima con su entorno, favorecer los procesos de autorregulación, potenciar sus destrezas sociales, y aumentar su aprendizaje en la escuela.
  5. La intervención consta de dos modalidades principales: manejo de la conducta en el hogar y en la escuela, y psicoeducación dirigida a la familia con el objetivo de incluirlos en el tratamiento.
  6. La Terapia Cognitivo Conductual ha demostrado ser la más eficaz en estos casos.

¿Te gustaría consultar a nuestros especialistas?

Bibliografía.

Rocha Tayupanta, G. E. (2020). Estudio de los trastornos de comportamiento (TDA-TDAH) en educación básica superior 8., 9. y 10. de la Unidad Educativa Particular Santo Domingo de Guzmán como discurso de poder durante el año 2018 (Master’s thesis, Quito, EC: Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador).

Bauermeister, J. J. Algunas consideraciones críticas en la definición actual del TDA.

World Health Organization. (1992). Clinical descriptions and diagnostic guidelines. The ICD-10 Classification of Mental and Behavioural Disorders. World Health Organization.

Psicóloga Sanitaria Experta en Infancia, Duelo y Cuidados Paliativos

Psicóloga Sanitaria
Experta en Neuropsicología Clínica Infanto-Juvenil

Detección precoz del Alzheimer con chequeos de memoria

Detección Precoz del Alzheimer con chequeos de memoria

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que comienza lentamente y empeora con el paso del tiempo. Es la forma más común de demencia. Según la Organización Mundial de la Salud, actualmente, hay aproximadamente 55 millones de personas con demencia en todo el mundo, dónde el 60-70% de los casos se incluyen dentro del subtipo Alzheimer. Se estima que el número de afectados con demencia aumentará en 2030 a 78 millones y, en 2050 a 139 millones.

El Alzheimer afecta principalmente a la memoria, pero también a otras capacidades cognitivas y a la conducta hasta interferir en las actividades de la vida diaria. Es una enfermedad que no solo perjudica a la persona que la padece sino también a los cuidadores y familiares, llevando a un deterioro paulatino de la calidad de vida de todo el núcleo de convivencia.

La enfermedad del Alzheimer se suele detectar a partir de los 65 años, aunque las alteraciones cerebrales de la enfermedad comienzan años antes de que aparezcan los primeros síntomas. Es por ello importante la detección precoz.

Los factores de riesgo son:

  • Edad
  • Suele ser más frecuente en las mujeres
  • Factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, diabetes, obesidad)
  • Sedentarismo, tabaquismo, abuso del alcohol
  • Menor nivel educativo
  • Antecedentes familiares (muy poco frecuente)

Los síntomas más habituales son:

  • Quejas subjetivas de pérdida de memoria
  • Dificultad para recordar cosas recién aprendidas
  • Desorientación temporo-espacial (ej. no recuerdan la fecha)
  • Dificultad para evocar nombres de objetos
  • Alteraciones conductuales (apatía, irritabilidad, ansiedad, depresión)
  • Dificultad para realizar actividades de la vida cotidiana

En la actualidad, el Alzheimer no tiene cura, sin embargo, un abordaje terapéutico integral, con tratamientos farmacológicos y no farmacológicos ayudan a frenar el avance de la enfermedad y a mejorar la calidad de vida tanto del usuario como de sus familiares y cuidadores.

Para ello necesitamos detectarlo lo antes posible, y con motivo del Día Mundial de concienciación de esta enfermedad, siempre lanzamos un programa gratuito de Chequeos de Memoria. Pero cada vez aumentan más las peticiones a lo largo del año, por lo que se abrirán varias campañas con este motivo.

Los Chequeos de Memoria podrán realizarse en nuestro centro, de forma gratuita, sito en Paseo del Generalife, 8, esquina con Calle Albaicín s/n, en Arroyo de la Miel, Benalmádena, solicitando cita a través del teléfono 651 60 16 45, donde nuestros especialistas de Neuropsicología y Neuropsiquiatría le atenderán. También puede hacerlo a través de nuestro enlace de contacto:

 

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PROGRAMA DE CHEQUEOS DE MEMORIA:

Objetivo de la actividad y contenido: El objetivo principal de este programa es ofrecer un servicio de Chequeo para el Estudio de Pérdida de Memoria GRATUITO que permite diagnosticar enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer/Parkinson u otro tipo de demencias en fases iniciales. El mayor objetivo es la detección precoz de la enfermedad. 

Destinatario o grupo: Se dirige a personas, a partir de 45 años, que presenten falta de atención, pérdida de memoria (aunque sea de forma puntual), pérdida de agilidad mental, olvidos, despistes, alteraciones motoras y/o alteraciones neuropsiquiátricas. Personas con antecedentes familiares de Alzheimer u otro tipo de demencias.

Tiempo empleado: Los chequeos duran aproximadamente 30 minutos por persona. Las jornadas de chequeos se realizarán en una mañana/tarde, que nuestros responsables de Neuropsicología Clínica le programarán.

info@psycolab.com – 651 60 16 45 – 951 259 341 – 678 263 983

Se realizará una entrevista inicial semiestructurada para conocer los antecedentes personales y familiares, hábitos personales y síndromes clínicos con interés neuroconductual. Se aplicarán las pruebas Mini Mental o MoCA si hay alteración del movimiento, Escala de Depresión de Yesavage abreviada y Test de las fotos. 

Tras esto, se entregarán los resultados y recomendaciones para mantener activa la memoria y consejos básicos de salud para prevenir el deterioro cognitivo. 

Tratamiento de los datos: 

En cumplimiento de lo establecido en la L.O. 15/1999 de Protección de Datos de Carácter Personal, y Reglamento, Nieves López-Brea Serrat le informa que sus datos serán incorporados a un fichero con la finalidad de gestión de clientes. Los datos recogidos son almacenados bajo la confidencialidad y las medidas de seguridad legalmente establecidas y no serán cedidos ni compartidos con empresas ni entidades ajenas a Nieves López-Brea Serrat, salvo obligación legal, y se conservarán durante 5 años mientras no se solicite su supresión por el interesado. Igualmente deseamos informarle que podrá ejercer los derechos de acceso, rectificación, cancelación, oposición portabilidad, supresión, limitación al tratamiento y oposición a la toma de decisiones automatizadas en Calle Albaicín, s/n, 29630, Arroyo de la Miel, (Málaga), adjuntando fotocopia DNI o documento identificativo sustitutorio. 

Referencias

Ayuso T, Ederra MJ, Manubens JM, Nuin MA, Villar D, Zubicoa J. (2007). “Abordaje de la demencia. Guía de actuación en la coordinación Atención Primaria-Neurología” Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea.

Garre-Olmo J. (2018).  Epidemiología de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Rev Neurol 66 (11):377-386 doi: 10.33588/rn.6611.2017519

Sanidad (2019) (en línea) Plan Integral de Alzheimer y Otras Demencias 2019-2023. Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social  https://www.sanidad.gob.es/profesionales/saludPublica/docs/Plan_Integral_Alhzeimer_Octubre_2019.pdf

World Health Organization (2021) (en línea). “Dementia”  https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/dementia

World Health Organization (2021) (en línea). “El Mundo no está abordando el reto de la demencia” https://www.who.int/es/news/item/02-09-2021-world-failing-to-address-dementia-challenge

Campaña Prevención y Detección de Alzheimer y otras demencias de Psycolab. Conoce a nuestro equipo:

Equipo “Neuro” Psycolab. Pincha en la foto para conocerlos mejor.

Psycolab, primer centro en Benalmádena con Tecnología 3D y Realidad Virtual

Psycolab, primer centro en Benalmádena con tecnología 3D y Realidad Virtual

¿Conoces AULANESPLORA? Es una magnífica herramienta para realizar la evaluación neuropsicológica con realidad virtual de los procesos atencionales, impulsividad y actividad motora para servir de apoyo, entre otros, al diagnóstico de patologías como el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad).

Proporciona el perfil cognitivo atencional junto con unas pautas psicopedagógicas para facilitar y adaptar el aprendizaje a las necesidades concretas del alumnado. Además de conocer las características individuales, las debilidades y las fortalezas, es de gran ayuda para que docentes, orientadores y profesionales clínicos puedan adaptar el entorno y aplicar pautas específicas que optimicen el aprendizaje.

AULA NESPLORA se presenta en un entorno virtual que simula una clase escolar. Mientras el paciente realiza el test, se le presentan una serie de distractores visuales y auditivos similares a los que pueden encontrarse en un aula escolar real. Por ello, el niño se enfrenta a la tarea en unas condiciones muy similares a las que afronta en su vida cotidiana.

Debemos saber que no es un programa de entrenamiento, ni un tratamiento para niños con TDAH, sino una prueba psicométrica objetiva basada en la realidad virtual, por ello siempre se utiliza como complemento para aportar al informe psicológico de los pacientes.

¿QUÉ MIDE AULA NESPLORA?

En cada administración AULA NESPLORA evalúa en menos de 30 minutos y sin necesidad de correcciones manuales:

  • Atención sostenida
  • Atención auditiva y visual
  • Impulsividad
  • Actividad motora excesiva
  • Tendencia a la distracción
  • Velocidad de procesamiento

Las gafas 3D usadas en AULA NESPLORA tienen un sensor de movimiento que registra toda la actividad motora del paciente durante la realización del test. Cuando el paciente mueve la cabeza, algunos de estos movimientos pueden hacer que el paciente pierda de vista la pizarra y por lo tanto deje de prestar atención a los estímulos visuales. AULA NESPLORA registra toda la actividad y permite establecer en qué medida esos movimientos, en muchos casos estériles o innecesarios, han sido producidos o no por la presentación de determinados tipos de distractores.

EFICACIA PARA SABER EL RENDIMIENTO DE LAS TAREAS

AULA NESPLORA ofrece en el informe resultados diferenciados en función del tipo de tarea realizada, pudiendo establecer comparaciones entre la primera tarea (tarea X-No, QUE IRÁ DE UN COLOR DIFERENTE PARA PODER DIFERENCIAR DE LOS DEMÁS) y la segunda tarea (tarea X). De esta forma, se puede valorar si el paciente muestra peor rendimiento ante entornos con excesiva estimulación (tarea X-No), ante entornos con demasiado poca estimulación (tarea X), ante ambos, o si muestra problemas de adaptación del cambio de una tarea a otra (autorregulación de la atención).

RENDIMIENTO POR MODALIDAD SENSORIAL

AULA NESPLORA ofrece en el informes resultados diferenciados para las respuestas dadas ante estímulos visuales y auditivos, permitiendo orientar al profesional en el tipo de estimulación ante la que el menor responde peor, y poder programar en consecuencia el tratamiento más adecuado para ese paciente, en términos de reorganización del espacio, de los estímulos, de las técnicas de estudio, etc.

RENDIMIENTO CON Y SIN DISTRACTORES

AULA NESPLORA ofrece en el informe resultados diferenciados para el rendimiento del menor en presencia y en ausencia de distractores. Esto permite obtener información clara sobre en qué medida los distractores son una interferencia para el rendimiento del menor, o, por el contrario, proporcionan la estimulación necesaria para mantener la atención sostenida del paciente. Con toda esta información, el profesional puede orientar al paciente, padres y profesores sobre el tipo de entorno estimular más adecuado para la realización de tareas por parte del paciente.

VALORACIÓN DE LA CALIDAD DE LA ATENCIÓN

AULA NESPLORA detecta si el paciente comete errores tanto de comisión (responder cuando no debería hacerlo) como de omisión (dejar de responder cuando debería haberlo hecho), aunque parezca que esta atendiendo a la pizarra del AULA virtual.

AULA NESPLORA registra estos errores como una medida de la calidad de la atención que es atribuible a un descenso de la atención sostenida.

¿CUÁNDO PASAR ESTA PRUEBA TAN COMPLETA?

Siempre que haya sospecha por la entrevista realizada a los progenitores o a los docentes que trabajan con el menor.

¿CUÁL ES LA EDAD IDÓNEA PARA PODER PASAR DICHA PRUEBA?

Debemos saber que, según los criterios del DSM-V y CIE-10, un niño/a debe ser valorado a partir de los 6 años de edad ya que es la edad en cual el niño/a empieza el primer ciclo de primaria y veremos las dificultades o diferencias conductuales respecto a la media de sus iguales. No obstante, AULA NESPLORA evalúa a niños/as de 6 a 16 años.

Consulta a nuestros profesionales expertos en TDAH: 678 263 983 – 951 259 341 – info@psycolab.com

Psycolab: Psicología, Ciencia y Emoción…a la vanguardia de la Tecnología.

Expertos en Psicología Clínica, Psicología Sanitaria, Neuropsicología, Neuroeducación, Psiquiatría, Psicopedagogía y Logopedia.

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Nieves López-Brea Serrat
Psicóloga Sanitaria
Experta en Neuropsicología Clínica Infanto-Juvenil

¡Prestadme atención! El proceso atencional

El proceso atencional

 

La atención es aquel mecanismo que nos permite seleccionar, dar prioridad, procesar y supervisar toda la información que nos llega. Nuestro sistema nervioso está recibiendo constantemente tal cantidad de información (tanto del exterior como de nuestro propio organismo) que es incapaz de procesarla por completo. Con lo cual, es imprescindible contar con un sistema que seleccione los estímulos que realmente son necesarios, descartando aquellos que resultan irrelevantes.

El proceso atencional se puede dividir en dos modalidades: pasiva y activa. La atención pasiva hace referencia a procesos involuntarios en los que la persona no tiene un objetivo específico como, por ejemplo, el estado de alerta y la respuesta de orientación (es decir, que estemos “lo suficientemente despiertos” para permitir el acceso de los estímulos y que sepamos reconocer el ambiente donde nos encontramos).

En contraposición, la atención activa es un proceso que se realiza de forma deliberada, actuando de forma consciente y con un objetivo concreto. Está íntimamente relacionada con áreas corticales de asociación. El proceso atencional activo puede desglosarse en diferentes modalidades:

  • Atención focalizada: es la capacidad para concentrarse en un objetivo concreto. Ejemplos de este tipo son prestar atención en clase, leer, conducir…
  • Atención sostenida: es el proceso gracias al cual podemos mantener el foco atencional durante un período prolongado de tiempo, resistiendo a la fatiga. Los ejemplos anteriores pueden servir también en este apartado (si se llevan a cabo de forma prolongada) o, incluso, actividades de ocio como ver una película también nos requieren este tipo de atención.
  • Atención selectiva: se trata de la habilidad de responder ante un estímulo pese a la aparición de distractores que compiten entre sí. Es decir, ser capaz de enfocarse en la actividad mientras se anula la información irrelevante. Por ejemplo, seguir una conversación con un compañero de trabajo mientras que hay otras personas en la sala que también están hablando.
  • Atención alternante: se utiliza para cambiar de foco atencional de un estímulo a otro de forma voluntaria, según las exigencias del entorno. Tareas que requieren este tipo de atención son, por ejemplo, escuchar al profesor y tomar apuntes o volver al paso de la receta que estábamos realizando cuando nos han interrumpido con una pregunta o llamada.
  • Atención dividida: es la habilidad para dar varias respuestas a la vez ante distintos estímulos. Esta modalidad es la que implica un mayor esfuerzo y requiere otros componentes. Ejemplos de este tipo de atención son estudiar mientras se escucha música, conducir y hablar con el copiloto, aunque cada vez existen más teorías que nos dicen que este tipo de atención no existe, y que lo que se ejecuta es una atención alternante muy rápida. Además, puede producir una falsa sensación de mayor eficiencia en las tareas ejecutadas.

El proceso atencional pasivo depende de la actividad de las áreas más basales del cerebro mientras que el activo está íntimamente relacionado con áreas corticales de asociación. Para iniciar los procesos atencionales es necesario disponer de un cierto nivel de activación, del que se va a encargar un conjunto de estructuras cerebrales llamado la formación reticular. Por otro lado, el tálamo va a tener la misión de dirigir cada estímulo hacia los canales perceptivos adecuados. Otras estructuras como los ganglios basales, el cíngulo y el sistema límbico también van a estar igualmente implicados (conectando estructuras, facilitando el cambio atencional o la exploración y búsqueda…).

Asimismo, cada lóbulo cerebral tiene su función en el proceso atencional. La zona occito-temporal atiende a las características visuales de los estímulos, la parietal del control y la orientación espacial y la prefrontal es la que mayor implicación tiene (control de la atención focalizada y sostenida, resistencia a la interferencia, regular la planificación y el control inhibitorio, control de los movimientos sacádicos oculares.. )

Por tanto, como es evidente, es necesario el buen funcionamiento de la atención para otros procesos mentales como la memoria o las funciones ejecutivas. El proceso atencional puede verse mermada en múltiples patologías, más allá del TDAH o una lesión cerebral traumática, como la esquizofrenia o la depresión. Asimismo, en muchas ocasiones se tiende a interpretar como problema de memoria lo que, en realidad, es una dificultad de atención en primera instancia.

Ante la dificultad en alguno de los procesos atencionales, se hace necesario una evaluación y, si procede, un tratamiento totalmente personalizado. En Psycolab contamos con diferentes instrumentos de evaluación y rehabilitación para tratar estos déficits. Como, por ejemplo, la plataforma NeuronUP que cuenta con diferentes actividades y juegos muy dinámicos para entrenar cada tipo de atención y la velocidad de procesamiento tanto en población infanto-juvenil como en adultos.

Bibliografía

Portellano Pérez, J.A. y García Alba, J. (2014). Neuropsicología de la atención, las funciones ejecutivas y la memoria. Síntesis.

Sohlberg, M. M. y Mateer, C. A. (2017). Introduction to cognitive rehabilitation: Theory and practice. Guilford Press.

Evaluación neuropsicológica infantil

La exploración neuropsicológica infantil 

La neuropsicología es una ciencia relativamente joven, que se encarga de estudiar la relación existente entre el cerebro y los procesos psicológicos de las personas. No obstante, el volumen de trabajos publicados y de información sobre neuropsicología infantil es menor que la que tenemos en población adulta. Y es que con los niños hay que tener en cuenta qué funciones tienen adquiridas previamente, cuáles son las que están en proceso de asentarse y… cuáles están por desarrollarse en el futuro.

Como pauta general, podría decirse que los aspectos sensoriales y motores son los primeros en aparecer, luego iría emergiendo el lenguaje, la memoria… Y, por último, las funciones ejecutivas.

Por tanto, las principales diferencias con los adultos son:

  • En adultos, en la mayoría de los casos, si existe un daño cerebral éste puede observarse en las diferentes pruebas de neuroimagen. En población infantil no siempre es así.
  • El diagnóstico infantil es complejo y se aconseja realizarlo con la mayor cautela, evaluando durante un tiempo prolongado para poder apreciar la evolución del paciente.
  • El cerebro del niño es mucho más plástico y, por tanto, cuenta con una mayor capacidad de recuperación. No obstante, también es más vulnerable a las lesiones puesto que está en pleno proceso de aprendizaje y consolidación de los diferentes procesos y habilidades.

Con lo cual, el profesional de la neuropsicología infantil debe tener en cuenta todo lo expuesto anteriormente y usar diversas técnicas para conocer el desarrollo de las diferentes funciones del niño, que reflejan, al fin y al cabo, el funcionamiento del sistema nervioso central que se encuentra en pleno desarrollo.

Es imprescindible la recogida de información, es decir, la creación de una historia clínica donde se refleja el desarrollo del paciente. En ella, se analizarán los antecedentes personales y familiares, hábitos en casa, cómo se han ido formando las diversas capacidades, cómo se relaciona, si ha recibido anteriormente algún tipo de tratamiento psicológico, médico y/o pedagógico… Una vez organizados todos los datos, se escogerán aquellos instrumentos de evaluación indicados para el caso concreto.

La exploración neuropsicológica infantil, según se requiera, podrá abarcar los siguientes dominios:

  • Inteligencia: es decir, el cociente intelectual o el rendimiento cognitivo global.
  • Memoria: presentando tanto material verbal como visual se analizará la memoria inmediata, a corto plazo y a largo plazo. Asimismo, también es necesario medir tanto el tipo de memoria que hace referencia a los datos biográficos, como por ejemplo conocer mi nombre y apellidos (memoria episódica) como aquel que plasma el conocimiento general del mundo, como saberse las provincias de España (memoria semántica).
  • Lenguaje: aspectos como la expresión, denominación, comprensión, fluencia, conciencia fonológica, repetición…
  • Percepción: aquellas funciones visoperceptivas, visoespaciales y visoconstructivas.
  • Psicomotricidad: motricidad fina y gruesa, destreza manual, coordinación y equilibrio, agilidad…
  • Atención: se evaluarán los distintos tipos: focalizada, sostenida, alterna, selectiva y dividida.
  • Funciones ejecutivas: se medirán todas aquellas habilidades encaminadas al logro de objetivos como la velocidad de procesamiento, memoria de trabajo, fluidez verbal, inhibición, flexibilidad cognitiva, planificación y la ejecución dual.
  • Conducta: es importante evaluar ciertas problemáticas de carácter interiorizado (como, por ejemplo, sintomatología depresiva o ansiosa) y exteriorizado (hiperactividad, dificultades para controlar la ira…) y problemas específicos como dificultades de aprendizaje, problemas de la conducta alimentaria, etc.
  • Habilidades académicas: lectura, escritura, matemáticas…

La recogida de esta información siempre debe de adaptarse a las necesidades del paciente, procurando establecer un entorno tranquilo y divertido para que así aumente su atención e interés por las tareas. Tras ello, se analizarán los datos y resultados obtenidos para crear un plan de tratamiento totalmente individualizado.

Bibliografía

Portellano, J. A. (2018). Evaluación neuropsicológica infantil. Síntesis.

Arnedo Montoro, M., Montes Lozano, A., Bembibre Serrano, J., y Triviño Mosquera, M. (2015). Neuropsicología infantil. A través de casos clínicos. Editorial Médica Panamericana.

La atención y el estrés en el cerebro de los niños y las niñas

Estoy viendo muchas situaciones donde se les grita, presiona e incluso se les está pegando a los niños y niñas porque no están haciendo las tareas del cole “como deben”, “no se enteran” o “se distraen mucho”.

A los padres y madres que pegan, sólo les diré un par de cosas:

  • “Si pegas a un adulto es delito, ¿si pegas a un niño o a una niña es educación?, piénsalo bien, porque yo creo que es todo un abuso de poder injustificable en un contexto de confianza.
  • “Si pegas a un niño o a una niña, no va a dejar de quererte, pero aprenderá a dejar de quererse a sí mism@”, piénsalo también.

(Y por favor, absteneros de esos comentarios que oigo de “a mí me pegaron y no me ha creado ningún trauma”, antes de que lo hagáis pensad si alguna vez habéis escuchado esto otro: “a mí me trataron con respeto y me ha causado un trauma”, ¿verdad que no? Pues eso).

Ahora sí vamos a hablar un poco sobre la atención y sobre el estrés.

Parece que se está difundiendo el tiempo de atención que puede mantener un niño o una niña en base a su edad, y claro, si tu niño o tu niña no entra dentro de esos tiempos ya empezamos a agobiarnos, a pensar que se distrae mucho, que es torpe, y lo peor de todo, a hacérselo sentir a ellos y a ellas y a estresarles aún más, con lo cual su cerebrito no es capaz de soportar más presión y se bloquea.

Para que lo entendamos un poco, en primer lugar, la atención no puede ser evaluada con una simple prueba de tiempo para dictaminar que con 6 años deben mantener su atención unos 30 minutos y con 10 años unos 50 minutos como se está afirmando en redes sociales. Además el concepto de atención, aún hoy en día, es muy difuso, ya que habría que definir si nos referimos a la atención como filtro para elegir estímulos relevantes o como mecanismo que regula los procesos cognitivos que dirigen el aprendizaje donde entran conceptos como percepción, dirección, selección, alternancia, velocidad de procesamiento,…lo que daría lugar a diferentes tipos de atención (selectiva, alternante, sostenida,…) y si vamos más allá visual/auditiva, controlada/automática, voluntaria/involuntaria, global/selectiva,… (por ejemplo, los bebés nacen con una capacidad increíble para atender de forma global todo lo que les rodea como si de un gran foco se tratase, es cuando crecemos cuando vamos forzando este proceso atencional para que se dirija únicamente a estímulos concretos como si ahora fuéramos una linterna, entrenando al menor a que deje en la oscuridad todo lo que hay alrededor y que antes sí veía)…

Para resumir, ya que el tema de la atención es bastante amplio y podríamos estar días hablando de ello, como norma general, y posiblemente en cualquier edad comprendida entre los 3 y los 99 años, si el estímulo es un rollazo, no podremos mantener nuestra atención por mucho que queramos, y aunque parezca que tenemos los ojos fijos en la tarea, bien podría estar dirigiendo mi atención a la última peli que he visto que era bien chula. Es la novedad y la curiosidad que despierta la tarea (o el docente) lo que permite “captar” la atención más o menos tiempo, se tenga la edad que se tenga. Aún así, en otro post,  os traeremos truquillos para entrenar diferentes atenciones.

Vamos ahora con el estrés. No hace falta nombrar todos los estudios que existen donde se indican claramente, los efectos negativos que tiene el estrés sobre el aprendizaje, la conducta y la salud. Y no sólo en la infancia, sino que el estrés prolongado en el tiempo, tendrá consecuencias a largo plazo, perturba el correcto desarrollo del cerebro y debilita el sistema inmunitario, aumentando el riesgo de enfermedades además de aumentar el riesgo de adicciones y otros trastornos mentales.

¿Por qué es tan sensible el cerebro infantil al estrés? Pues porque precisamente es el momento evolutivo donde más conexiones neuronales se darán al estar el sistema nervioso aún en desarrollo. El perfil neuropsicológico de niños maltratados se caracteriza por déficits de atención, memoria, retraso en el lenguaje y en el neurodesarrollo….,por lo que vamos a pararnos a reflexionar un momento:

Le gritas, le insultas o le golpeas porque “no aprende adecuadamente”, o “no se porta adecuadamente”, esto genera estrés en sus cabecitas y justo lo que estás haciendo, es impedirle que “aprenda adecuadamente” o “aprenda a portarse de una forma diferente”. Ahí lo dejo.

Evidentemente, que yo haya algún día que me estrese, que me enfade o que pegue algún grito, no es para que piense que estoy maltratando a nadie, pero cuando esto se convierte en el día a día, entonces debo pararme un poco a pensar si es lo que quiero seguir haciendo, porque yo sí soy adulto, y puedo poner en práctica el autocontrol que le exijo a mis peques.

La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2014) define el maltrato infantil como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de dieciocho años. Incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo, que causen o puedan causar daño a la salud y desarrollo físico o mental, la dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder.

Para suavizar el tema, os animo a ver este precioso vídeo en familia:

ALIKE

Por Nieves López-Brea Serrat, neuropsicóloga infanto-juvenil

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